El Centro de Enseñanza Práctica e Investigación en Producción y Salud Animal (CEPIPSA) de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM recibió certificaciones en Buenas Prácticas en Unidades de Producción de Leche, en las áreas de Caprinos, Bovinos y Ovinos, por parte de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Así, el CEPIPSA es el primero en obtener los tres avales a nivel nacional.
Cada uno es de vigencia anual. En la división caprina fue una recertificación, pues el primer respaldo data de 2010 y desde entonces se han extendido ratificaciones. Tanto para bovinos y ovinos el proceso inició en 2016. La notificación se hizo en enero y la entrega oficial, a cargo del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), tuvo lugar a principios de marzo.
Como parte del protocolo se analizan el estado y documentación de los animales, así como las condiciones de las instalaciones y salud de los trabajadores, todo acorde a los lineamientos dictados por las autoridades y a partir de evaluaciones anuales y revisiones cada dos o tres meses.
Por cuestiones de higiene, los peatones pasan por tapetes sanitarios y los vehículos por rodoluvios. Además, a los estudiantes visitantes se les solicitan ropajes limpios. En las entradas de las áreas animales también hay vados con sustancias desinfectantes.
El CEPIPSA se distribuye en tres hectáreas ubicadas en San Miguel Topilejo, en la delegación Tlalpan. En la actualidad tiene 72 bovinos, 290 ovinos (con partos recientes) y 190 cabras (en periodo de nacencia, los machos son vendidos o sacrificados, mientras que las hembras permanecen como reemplazos). Cada año recibe aproximadamente a 13 mil alumnos de la UNAM y de otras instituciones.
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“Éste es el único centro con certificación en las tres áreas a nivel nacional, algo nada fácil, pues para ello se deben cumplir requisitos sanitarios, de bienestar animal y de calidad de instalaciones y personal (veterinarios y ordeñadores). Una cosa es obtenerlas y otra mantenerlas”, refirió Rosa Berta Angulo Mejorada, directora técnica de la entidad.
Yazmín Arriaga Avilés, responsable del área de Caprinos, explicó que las autoridades piden que los hatos estén libres de enfermedades como brucelosis y llevar un registro acucioso de producción de leche y alimentaria, así como de ganancia en peso y demás aspectos que engloban a la especie.
“Nuestro personal, capacitado y físicamente sano, debe someterse a estudios médicos, al igual que los ordeñadores de cabras, a fin de garantizar la inocuidad láctea”, detalló.
Al respecto Juan de Dios León Zavaleta, encargado de la sección ovina, destacó que los trabajos en su área iniciaron en 2012 con la producción de leche de borregas y continuaron con la documentación y los procesos de registro, por lo que este año recibieron su primera certificación.
En su oportunidad, Julio Guarnero Cruz, quien maneja la división bovina, indicó que su equipo está integrado por tres médicos, un ordeñador y cuatro peones, y entre los requisitos exigidos para extender el aval figuran la atención a la tuberculosis (en años recientes registró nuevos casos humanos en México) y a la brucelosis, por ser transmisibles al consumir leche no pasteurizada o hervida.
Para cumplir con lo anterior, entre las medidas adoptada en el CEPIPSA está el recibir cada seis meses a un médico certificado de Sagarpa, especializado en pruebas de brucella y en la toma de muestras de sangre en rebaños. Además, como estrategia de prevención no se compran ni se aceptan animales nuevos, a menos que provengan de hatos libres de enfermedades.
El centro elabora varios productos –diversas variedades de quesos, dulces y galletas– que pueden adquirirse en la tienda Puma-Gourmet de la FMVZ (sobre el circuito universitario rumbo al metro CU).