Por Elvya Martínez González
Regaños, censuras, críticas, angustia, tristeza e inseguridad, y a sentimientos encontrados se enfrenan los infantes que padecen enuresis o incontinencia urinaria, la cual se caracteriza por la emisión repetida de orina durante el día o la noche, en la cama o en la ropa, de manera involuntaria o en ocasiones intencionada.
Para que sea considerada enfermedad debe producirse por lo menos dos veces cada día durante un mínimo de tres meses consecutivos y en niños mayores de 4 años. Suele ser más frecuente en varones, a partir de los cinco años y aparece con más frecuencia en la noche.
Ante ello, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ofrece tratamiento integral a los niños con escapes de orina involuntarios en momentos socialmente inadecuados, padecimiento conocido como enuresis, dijo el jefe de Urología Pediátrica del Centro Médico Nacional (CMN) La Raza, Salvador Cuevas Villegas.
En el tratamiento que se ofrece al menor participan el médico familiar, pediatra, urólogo, psicólogo y paidopsiquiatra. Es una terapia integral y de 95 a 98 por ciento de casos de niños enuréticos, bien tratados y diagnosticados, se resuelven exitosamente, y entre los tres a seis meses se logran controlar perfectamente, resaltó.
El especialista explicó que generalmente este problema de salud predomina en varones, en una relación de tres a uno, y se ha visto que está asociado con el desarrollo o madurez psicomotriz para lograr el control de esfínteres. Un niño, dijo, debe tener control de esfínteres como máximo a los cinco años de edad, pero si rebasa este periodo se considera enurético.
Hay varios tipos de enuresis: la mono sintomática, en la que el niño sólo se orina de noche y la no mono sintomática, donde además de que se orina en la noche, tiene escapes de orina durante el día.
Esta enfermedad también se clasifica en primaria: cuando el menor desde pequeño no tiene control eficiente de esfínteres, y secundaria que es cuando el niño no tuvo problemas durante mucho tiempo, pero a partir de un evento en su vida –fallecimiento de un familiar o mascota, divorcio de los papás, etcétera–, empieza a orinarse.
El doctor Cuevas Villegas subrayó que lo importante es dar apoyo psicológico al menor para reafirmar su autoestima, diciéndole que él es normal y que no es un niño “malo” o “sucio”.
Destacó que los padres no deben compararlo con los hermanos, ni ridiculizarlo y mucho menos maltratarlo. Siempre hay que tratar de estimularlo, hacer un reconocimiento verbal amplio; para que el niño se dé cuenta que su esfuerzo no pasa desapercibido.
Prevención
La mejor forma de prevenir la enuresis es educar al infante para controlar la micción durante los años de aprendizaje.
Los expertos recomiendan que empiecen fijando la frecuencia con la que tienen que acudir al baño y no levantarlo por la noche si el niño no pide ir al aseo.
Otras recomendaciones incluyen no retirar el pañal antes de los 24 meses ni alargar su uso más allá de los 3 años.
La enuresis existe y que tiene una resolución muy satisfactoria cuando interviene todo este equipo multidisciplinario de profesionales de la salud, concluyó el especialista del Seguro Social.