La diputada Carmen Victoria Campa Almaral (NA) exhortó a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) a realizar operativos de vigilancia para evitar un aumento excesivo en los precios de los útiles escolares previo al regreso a clases.
En un comunicado, la legisladora aseveró que cada año el costo de esos artículos aumenta entre 8 y 10 por ciento, lo que representa un gasto de más de dos mil pesos para los padres cuyos hijos estudian en escuelas públicas, mientras que en instituciones privadas este monto se eleva hasta los 10 mil pesos, de acuerdo con la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope).
“Los operativos de vigilancia y monitoreo en distintos puntos del país, permitirán frenar las malas prácticas de algunos comerciantes y evitar daños al patrimonio de las familias”, manifestó.
Destacó que, de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP), más de 23 millones 185 mil 754 alumnos cursan un grado de educación básica en escuelas públicas; mientras que dos millones 571 mil 410 pertenecen al sector privado, una cantidad considerable de padres y estudiantes que pudieran verse afectados con los aumentos.
Algunas de las recomendaciones que pueden ayudar a blindar el bolsillo de las familias son planificar sus gastos, evitar compras de pánico, comparar precios y calidad de los materiales, así como asistir a ferias escolares, entre otras acciones, manifestó.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los mexicanos destinan 14 por ciento de su gasto a los rubros de educación y esparcimiento, por lo que elegir el mejor costo y calidad de los útiles es fundamental para no realizar compras innecesarias, aseguró.
Asimismo, expuso que si algunas familias no tienen la posibilidad para comprar toda la lista de artículos solicitadas por las escuelas, el reciclaje representa una gran opción, pues información de la Canacope señala que dos de cada 10 familias reutilizan cuadernos, 17 por ciento lápices de colores, plumas y diccionarios, 14 por ciento mochilas y libros, y sólo un 8 por ciento uniformes y calzado.
“Comprar sólo lo necesario brinda la oportunidad a las familias mexicanas de utilizar esos recursos para satisfacer otras necesidades también prioritarias y enseñarles a nuestros hijos la importancia de cuidar sus útiles y reutilizarlos si se encuentran en buen estado”, puntualizó.