Los documentos de identidad extraviados o robados son una fuente valiosa de datos personales que pueden ser utilizados de manera ilícita, advierte el Instituto Nacional de Transparencia Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai).
En México los principales documentos de identidad son el acta de nacimiento, la credencial para votar, el pasaporte y la cédula profesional; éstos contienen datos personales de sus titulares como el nombre completo, fecha de nacimiento, huellas dactilares, firma, domicilio, fotografía y en algunos casos la Clave Única de Registro de Población (CURP), según indica en el comunicado INAI/088/18.
Para los ladrones de identidad, dichos documentos representan una llave para cometer diversos delitos.
Según datos del Banco de México, el 67 por ciento de los casos de robo de identidad está asociado con la pérdida de documentos; el 63 por ciento se relaciona con el robo de carteras o portafolios y el 53 por ciento con la información tomada directamente de una tarjeta bancaria.
También es importante reflexionar sobre la facilidad con la que suelen proporcionarse los documentos de identificación e incluso entregar copias de los mismos, sin conocer con precisión el tratamiento que recibirán los datos personales, ni los controles que se utilizarán para mantener la privacidad de los titulares a salvo y evitar vulneraciones que podrían desembocar en fraudes o suplantación de la identidad.
Por lo general, a las víctimas les lleva mucho tiempo darse cuenta de que su identidad ha sido robada y cuando se percatan de ese hecho, el ladrón ya ha hecho estragos en su patrimonio.