El 71.5% de los adultos mexicanos carecen de algún tipo de crédito, mientras 23% acudió a fuentes de crédito informales como préstamos de familiares, amigos y conocidos durante este año, dijo Liliana Silva, investigadora de finanzas personales en Cash Cash Préstamos.
Silva dijo que el 63% de los préstamos personales se emplean para adquirir alimentos y el monto más frecuente que se solicita es de 499 pesos. “El segundo uso más frecuente de las solicitudes de crédito es para comprar medicamentos o pagar consultas médicas, mientras el tercer gasto es para saldar adeudos”.
Ahora, de los créditos solicitados a bancos y empresas detallistas, el 94% de las soluciones de crédito son rechazados y el índice de morosidad se incrementó en 16% durante la pandemia.
En general, el monto promedio de solicitud de créditos durante la pandemia es de 12,500 y el 50% de los créditos se otorgó por un monto original menor a 4,500 pesos. “Son los montos que ofrecen las fintech, enfocadas en la población no bancarizada y que continuamente monitorea las tendencias del mercado”, aseguró la vocera de Cash Cash Préstamos.
Así, “las fintech representan una solución para personas que trabajan en la economía informal, amas de casa, estudiantes y personas pobres o que tienen ingresos por debajo de la línea de bienestar, es decir, insuficientes para comprar la canasta y bienes y servicios básicos”, dijo Liliana Silva.
A nivel global, la experta dijo que dos mil millones de personas en el mundo en desarrollo carecen de acceso a un banco y 200 millones de pequeñas empresas no pueden obtener el crédito que necesitan para crecer, una brecha estimada en tres billones de dólares.
Sin embargo, ”las cuentas digitales pueden ser 90% más baratas que las convencionales para que las mantengan los bancos y otros proveedores, ya que cuestan solo 10 dólares anuales por cliente. Esto hace que sea rentable proporcionar cuentas para las personas de bajos ingresos”.
Asimismo, la vocera de Cash Cash dijo que las finanzas digitales podrían permitir que 1.6 mil millones de personas en los países en desarrollo accedan a cuentas financieras, préstamos y otras necesidades financieras, así como reducir el costo y aumentar la comodidad para los 2.4 mil millones que ya tienen cuentas bancarias.
“Muchos nuevos clientes de las Fintech estarían entre el 40% más pobre de personas en el mundo; más de la mitad serían mujeres. Los saldos que estos nuevos clientes acumulan pueden ser prestados, proporcionando hasta 2.1 billones de dólares en nuevos préstamos para individuos y micro, pequeñas y medianas empresas”, mencionó la investigadora.
Ella aseguró que mejorar el acceso a los servicios financieros podría añadir 3,7 billones de dólares al PIB de las economías emergentes para 2025, o el 6%, lo que equivale a 1,5 veces el PIB actual de toda África. El PIB adicional podría crear hasta 95 millones de nuevos puestos de trabajo”.