Alejandra Cabrera Ortiz, residente del cuarto año de Medicina Interna, adscrita al Hospital General de Atizapán de Zaragoza, “Dr. Salvador González Herrejón”, padeció COVID-19 en abril y durante su confinamiento una idea la mantuvo firme para salir adelante: regresar a trabajar para atender enfermos de coronavirus.
Tras seguir el tratamiento correspondiente para vencer a esta enfermedad, y luego de vivir angustiantes momentos de preocupación por su salud, Alejandra consiguió su alta sanitaria y se apresuró a regresar a laborar, convencida más que nunca de que su trabajo en el área hospitalaria destinada a casos de COVID-19, es indispensable en la actual contingencia sanitaria.
“A partir de ser diagnosticada los principales pensamientos, sobre todo por la patología de base, es “me voy a complicar”, es un pensamiento catastrófico por lo que se estaba viviendo en ese momento y se sigue viviendo hasta ahora, pero traté de mantener la calma, vigilar mis signos vitales, de apoyarme en las personas que tenía cerca o con las que me podía comunicar.
“Necesitaba regresar, necesito dedicarme a esto, necesito atender pacientes, es para mí vital, entonces no podía, porque me contagié, encerrarme y aislarme y dejarlo todo”, expresó.
Ella, al igual que otros profesionales de la medicina, sintió miedo y angustia por la presencia de esta enfermedad, pero su familia, compañeros y directivos de dicho hospital, adscrito al Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), le han dado ánimos y están al pendiente de su evolución médica.
Por su compromiso, esta joven residente es un ejemplo para quienes la conocen, ella es egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), generación 2011-2016, y su día a día implica un recorrido de dos horas en auto, de su domicilio en Cuautitlán Izcalli al hospital de Atizapán de Zaragoza, donde ha encontrado el sitio propicio para ejercer su profesión.
“Nunca tuve la intención de no regresar, para mí era muy importante regresar, el estar confinada y encerrada con la enfermedad era muy duro, ya quería atender personas, es lo que me da cierta alegría, siento bienestar, ver a mis pacientes salir caminando por su propio pie, recuperarse, familiares contentos, es lo que me ha marcado”, externó.
El Director del Hospital, Joel Sabas Rodríguez Sánchez, detalló que en 2017 la Doctora concursó en el Examen Nacional para Aspirantes a Residencias Médicas de 2017, a fin de obtener una plaza en este hospital del ISEM, y consiguió uno de los 7 mil puestos por los que compiten más de 40 mil médicos generales de todo el país.
Tres años después, la unidad médica donde labora inició su fase de Reconversión Hospitalaria durante la Emergencia Sanitaria Nacional, para atender a pacientes de la Zona Metropolitana del Valle de México con infección respiratoria por el virus SARS-CoV-2.
“Colabora en el área COVID-19, la cual dispone de 70 camas y un grupo de 70 trabajadores de salud, entre médicos generales, intensivistas, urgenciólogos, enfermeras y residentes, quienes tienen rotación de guardias para reducir riesgos de contagio, y actualmente han permitido dar alta sanitaria a 108 pacientes mexiquenses que padecieron esta enfermedad”, expuso Rodríguez Sánchez.
Aunque su trabajo casi no le permite tener tiempo libre, los pasatiempos favoritos de Alejandra son cantar y correr, se describe como una trabajadora comprometida, a pesar de que en esta pandemia el trabajo ha sido demandante para todos los profesionales de salud, y considera que la población debe fortalecer las medidas de prevención.
“Necesitamos combatir esto juntos, necesitamos que nos ayuden en esta manera, al respetar las medidas de aislamiento”, pidió la joven residente.