La falla del Federalismo trajo como consecuencia el neofeudalismo en los Estados  

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*La falta de control y vigilancia de los recursos asignados por la federación derivó en escándalos de corrupción y desvío de recursos de las administraciones estatales

* Los gobernadores usaron esos recursos para cooptar y comprar instituciones

Por Juan R. Hernández

Casos como el de Tomás Yarrington y Javier Duarte, son un legado negativo de la democratización, porque no se logró lo que se buscaba, que era reivindicar el federalismo, sino que se hizo todo lo contrario, que fue fortalecer el neofeudalismo de los gobernadores, afirmó el historiador y analista político José Antonio Crespo.

En entrevista en el programa radiofónico de análisis político, “La Agenda de…”, conducido por Carlos Ramírez y Roberto Vizcaíno, el especialista señaló que la falla del federalismo que derivó en los escándalos de corrupción y desvío de recursos en las administraciones estatales, se debió a que no había contrapesos nacionales ni federales, así como instituciones propias –como las hay en Estados Unidos- que ejercieron control y vigilaran la forma en que los gobernadores aplicaban los recursos que la Federación les daba.

Al quitarse la tutela y el control presidencial, con la idea de fortalecer el Federalismo y respetar la Soberanía de los Estados, se incrementaron los presupuestos para sus programas estatales, los gobernadores se convirtieron en verdaderos señores feudales, opinó.

“Al no tener esos contrapesos nacionales y federales, los gobernadores usaron ese dinero para cooptar y comprar instituciones, procesos electorales, Congresos, Tribunales, repartían el dinero y controlan todo su estado y junto con ello, reinó la impunidad”, agregó.

Asimismo, el historiador señaló que antes de darse el proceso del llamado fortalecimiento del Federalismo con Ernesto Zedillo y Vicente Fox en el año 2000, se lanzó la advertencia que los gobernadores podrían caer en excesos si no se fortalecían las instituciones locales para vigilarlos y sancionarlos.

Con la llegada del proceso electoral, los gobernadores que apoyaron con recursos la campaña de Enrique Peña Nieto, se sintieron con toda la impunidad de poder disponer discrecionalmente de los recursos del Estado y se sirvieron con la cuchara grande que se reflejó en los contratos ilícitos y desvío de recursos, porque no había ningún antecedente de castigo, era la impunidad abierta, señaló.

El cálculo que hicieron los gobernadores, añadió, es que de acuerdo a la experiencia mexicana, había la impunidad absoluta porque no tenían ningún precedente que los poderes federales si pueden castigar sus acciones.

Hoy, éstas reflexiones están cambiando con las detenciones de los exgobernadores Javier Duarte y Tomás Yarrington y falta que se castiguen sus redes de complicidad que involucran a sus colaboradores, otros partidos, políticos, empresarios y familiares.

“Estas acciones que está emprendiendo el gobierno federal serán disuasivas para que los próximos gobernadores la piensen bien antes de cometer algún ilícito. El control vendrá de arriba porque las  las instituciones estatales están cooptadas por los gobernadores”, finalizó.