Sin importar que la Doctores sigue siendo una de las colonias con el más alto índice de contagios por Covid-19, en la Alcaldía Cuauhtémoc, los comerciantes no acatan las indicaciones y siguen vendiendo alimentos sin las mínimas medidas sanitarias.
Al amparo de las autoridades de ese demarcación, pero sobre todo de los líderes de organizaciones de vendedores, los agremiados entregan su cuota para que los dejen trabajar en las calles vendiendo comida, como si fuera cualquier día y la ciudad no estuviera en semáforo naranja.
Hace unos días, la señora Cristina Serrano Morales, líder de la organización Unión de Comerciantes Zona 18 y Antigua Viga A.C., hizo la presentación de seis arcos satinitizantes para el Mercado Hidalgo, en la colonia Doctores, para los que pidió una cuota de 500 pesos a sus más de 100 agremiados.
Sin importar que la colonia Doctores es una de alto riesgo de contagios, la líder de los comerciantes afirma que eso es mentira y que sólo se trata de inventos para no dejarlos comercializar sus productos.
Al hacer un recorrido por las calles de la Doctores, encontramos puestos instalados en banquetas que venden comida y nadie trae cubrebocas, o por lo menos hay una sana distancia.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los arcos sanitizantes no garantizan la desinfección de Covid-19 a las personas, pero más aún si lo que se dispersa en la ropa es agua con cloro, por el contrario puede afectar a la piel y a quienes padezcan de alguna enfermedad cutánea.
En algunas Alcaldías como Tlalpan, se colocaron aros o arcos sanitizantes, pero ante lo inútil de su uso, el Gobierno de la Ciudad determinó que fueran retirados.
Eduardo Armendariz, otro de los representantes de los comerciantes acusó a la administradora del Mercado Hidalgo, Leticia Rodríguez, de arbitraria al querer cerrar el mercado, con el pretexto de sanitizar el interior del mercado pidiendo dinero para comprar cloro y jabón, pero denunció que sólo se queda con el dinero.
Mientras los comerciantes y los líderes se disputan el espacio y gritan a las autoridades para que los dejen trabajar, muchos otros se benefician de las cuotas que tiene que pagar los vendedores o si no los quitan, todo con el pretexto de disminuir los contagios.