México no ha aprovechado el TLCAN: Arnulfo Gómez

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  • Tenemos que demostrar que somos un socio estratégico para EU
  • El objetivo del TLCAN era generar riqueza y empleos
  • Desde que se firmó el tratado, tenemos un déficit de 13 millones de empleos

De acuerdo a Arnulfo Gómez, quien formó parte del grupo mexicano que negoció en los años 90 desde Canadá el TLC, el verdadero reto de México ante los embates de Trump a este tratado, es debatir y establecer una verdadera política de industrialización que potencialice posición geográfica y mano de obra calificada, que garanticen el incremento real de componentes nacionales en los productos que exportamos.

Que dejemos de ser una carga para EU porque no generamos los 600 mil nuevos empleos que se requieren cada año en México, y que repercuten en un incremento de nuestra migración hacia el Estados Unidos.

Y que generemos mayor riqueza para no sólo garantizar ocupación laboral suficiente, sino salarios que a su vez nos conviertan en buenos consumidores.

Todo esto, dice Gómez, estaba previsto como objetivos del TLC.

Hoy en cambio, a 23 años de haber entrado en vigor, el TLC ha derivado en que, mientras en 1993 el componente nacional de nuestras exportaciones era del 59%, haya bajado a ser en 2015 sólo un 38%.

“Simple: eso significa que México no ha aprovechado el TLC”, afirma.

Entrevistado en el programa: “La Agenda de Carlos Ramírez y Roberto Vizcaíno”, que se transmite de lunes a viernes de 1 a 2 de la tarde por el 1530 de AM, Arnulfo Gómez, catedrático también de Ciencias Políticas de la UNAM, comenta.

“En un principio el objetivo era que hubiera una mayor integración productiva, pero no hemos logrado siquiera una integración comercial…

“Para poder venderle a EU y a Canadá, hemos tenido que incrementar enormemente nuestras importaciones de Asia. La consecuencia es que nuestro valor agregado es muy reducido… de los 400 mil millones de dólares que exportamos a EU cada año, sólo 145 mil millones tienen valor agregado mexicano. Y ahí va nuestro petróleo y productos agrícolas, realmente es nada…

“Desaprovechamos crear una verdadera planta industrial, porque no hubo desarrollo aunado a la apertura comercial…

“Tampoco hubo ninguna estrategia para ser más competitivos. Así bajamos del número 34 en competitividad a ser el 59… eso significa que cada vez nuestra producción es más cara y cada vez importamos más insumos de Asia, principalmente de China, y lo que estamos haciendo es que exportamos productos mexicanos con gran parte de integración china, insumos que parqadógicamente son producidos por empresas norteamericanas asentadas en China…”

Góméz lo explica: como las empresas estadounidenses vieron que México estaba dejando de ser competitivo, que no aprovechaba el TLC para ampliar y modernizar su industria, entonces se llevaron 900 empresas a China. Y esas son las que cada vez producen más componentes para que se ensamblen aquí los productos que van al mercado norteamericano.

La cuestión es que del 100% de los productos que exportamos a EU, casi 70 por ciento lleva componentes que vienen de Asia, especialmente de China, exportados por empresas norteamericanas asentadas allá.

Así los 400 mil millones de dólares de exportaciones mexicanas a EU son una ficción.

Realmente lo único auténticamente mexicano que exportamos, son los productos agrícolas y agroindustriales: el primer lugar lo ocupa el jitomate, el segundo el aguacate, el tercero el chile, el cuarto las calabacitas y así otros. Entre los agroindustriales, la cerveza mexicana es la más vendida en el mundo. Y el petróleo.

Pero de ahí, todo lo demás es deficiente.

El caso es que México a 23 años del inicio del TLC no tiene una estrategia de integración. Ni de exportación.

Se han firmado 48 tratados con otros tantos países y no hay capacidad de cumplir con ellos, afirma. Son pura ficción mediática.

El TLC no ha beneficiado en nada al sur-sureste mexicano. Y la generación de riqueza es cada vez menor.

“En estos 23 años caímos del noveno lugar al quinceavo en la economía mundo, y en participación en la generación de riqueza caímos del 2.18% a 1.43%, mientras el PIB por habitante pasó de 29% arriba del nivel mundial, a menos 15%, un desplome brutal”, enumera.

Y agrega:

“Nos dicen que somos el destino de grandes cantidades de inversión extranjera, y de 1997, cuando éramos el cuarto destino más importante de captación de inversiones extranjeras, pasamos al 16… y no sólo cada vez recibimos menos, sino que es inversión de muy mala calidad: la mayor parte de lo que recibimos es para compra de activos, y eso no genera nuevas plantas ni empleos, siempre se compran empresas saludables que no requieren de mayor inversión”,

De acuerdo a sus informes, en 2001 la inversión fue de 29,200 millones de dólares mientras EEque, en el 2015, apenas llegó a 30 mil 290.

Es decir, en 14 años sólo se incrementó en 1 mil 300 millones de dólares, “nada…”, advierte.

El caso es que mientras México creció en apenas un 5% su captación de inversión extranjera, a nivel mundial la inversión extranjera creció un 400%… Mientras en 1993 captábamos el 4.8% de inversión extranjera, ahora sólo captamos el 1.12 %.

Entonces, afirma, el reto no está en lo que se negocie con Trump, sino en lo que se haga adentro de México para constituirnos realmente como un socio estratégico para EU.

El presidente Enrique Peña Nieto y su canciller Luis Videgaray, el secretario de Hacienda José Antonio Meade y el titular de Economía Ildefonso Guajardo, en opinión de Gómez, lo que deberían hacer es aprovechas a Trump para ir a la integración de una verdadera política de industrializaci´òn que aumente la integración nacional y generen más riqueza y empleos propios.

Hoy, nuestra realidad es que “no somos capaces ni siquiera de producir tornillos…”, concluye.