“La violencia contra las niñas, niños y mujeres ha estado presente toda la vida, pero la situación por el confinamiento derivado del COVID-19, ha obligado a que muchas personas se encierren en casa con sus violentadores en circunstancias emocionales y situaciones económicas complicadas, lo que empeora el problema”.
Así lo expuso la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género y Derechos Humanos del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), la Consejera Electoral Carolina del Ángel Cruz, durante el “1er Conversatorio del IPGH: Covid-19 desde una perspectiva de género”, realizado de manera virtual por el Instituto Panamericano de Geografía e Historia.
En su ponencia señaló que es necesario analizar la situación actual de la sociedad y la pandemia con una perspectiva de género y tener claridad de cómo el patriarcado afecta en condiciones de confinamiento. “Para evitar la violencia contra las mujeres hay que reeducar a la sociedad, aprender a identificar el problema y eliminar el patriarcado”.
Expuso que, a nivel global, 243 millones de mujeres y adolescentes, entre los 15 y 49 años, han sido víctimas de violencia física y/o sexual por parte de su pareja; 137 en el mundo son asesinadas diariamente por un miembro de su familia; menos del 40 por ciento de las mujeres que sufren violencia buscan ayuda y apenas el 10 por ciento son quienes se acercan a las autoridades.
Reconoció que América Latina y el Caribe tienen una circunstancia especial en este problema, pues 14 de los 25 países con mayor número de feminicidios son de esta región, 3,800 mujeres fueron asesinadas sólo en el año 2018 y en México se mantiene esta tendencia.
Agregó que a pesar de que las mujeres constituyen el 51 por ciento de la población en México, es decir, un poco más de 65 millones, se estima que más de las dos terceras partes de las mujeres de 15 años y más, han experimentado alguna vez en su vida violencia por su pareja; 44 por ciento la han sufrido de manera agresiva y violenta. “Del total de mujeres asesinadas en abril de 2020, hubo un promedio de 11.2 mujeres asesinadas por día, esta es la cifra mensual más alta en lo que va del año. Abril fue un mes criminal en México por la pandemia”, puntualizó.
Por otra parte, dijo que las niñas y niños de 1 a 11 años son violentados en casa de manera proporcional; sin embargo, refirió que cuando crecen los niños dejan de ser violentados y quienes son más violentadas son las niñas, por ello la importancia de ver con perspectiva de género esta violencia, pues dijo, en muchas ocasiones la agresión pasa de ser física a sexual.
Apuntó que otro tema importante y que se incrementó en las últimas fechas es el de la pornografía y acoso infantil, pues el estar en casa conectados todo el día a la red de internet, atendiendo asuntos laborales y escolares, ha generado que los depredadores de niñas y niños en las redes tengan un caldo de cultivo mucho más grande del que ya existía.
La Consejera del IECM recomendó que para atacar estos problemas es necesario trabajar en conjunto entre sociedad, academia, instituciones y, sobre todo, el Estado. Este último, apuntó, debe integrar medidas de mitigación a la violencia de género en los planes nacionales de respuesta al COVD-19, así como aportar los recursos para ello. “Los presupuestos gubernamentales deben tener esa perspectiva de género y tener claro cuál es la problemática por la que estamos atravesando las mujeres y las niñas”, sostuvo.
Consideró que el trabajo de la sociedad civil organizada ha sido excelente para atacar el problema de la violencia contra las mujeres, por lo que, para continuar así, recomendó ampliar las actividades de prevención y servicios esenciales ante la violencia de género a través de líneas directas, radio, televisión, redes sociales y chats directos, así como priorizar el bienestar, salud física y mental del personal de las organizaciones que actúa en la prevención y atención de la violencia contra las mujeres y las niñas.
Sostuvo que en el sector privado se debe sensibilizar e involucrar a las empresas sobre cómo prevenir y responder a la violencia. “Los centros de trabajo son un excelente lugar para hablar de estos temas y visibilizarlos, así como para ofrecer las herramientas psicoemocionales para no llevar la violencia a casa”, concluyó.
En el encuentro participaron también la Maestra y Doctora en Ciencias Antropológicas por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, Paula Soto; la Maestra en Sociología con especialidad en Política Social de la Universidad de Costa Rica, Carolina Quintero; y la Profesional de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, Juliana Hernández de la Torre.