La obra literaria de Francisca Ernestina Moya Luna, conocida como Nellie Campobello (1900-1986), transitó por el ensayo, el cuento y la poesía, pero fue en esta última expresión artística en la cual algunos de sus estudiosos descubren un proceso de madurez que la llevó a reencontrarse con sus verdaderos amores: su madre, su pueblo, su patria y la danza.
A 120 años de su natalicio, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Literatura, recuerdan a la primera narradora de México, célebre por obras como Cartucho (1931) y Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa (1940).
Para la escritora Patricia Camacho Quintos, en la obra de Nellie Campobello se puede apreciar un proceso de madurez poética desde su libro inicial Yo por Francisca (1929), hasta su volumen final Tres poemas (1957), tanto en su contenido como a nivel formal.
“En Yo por Francisca es la búsqueda y reafirmación de su identidad. Nos dice en uno de sus poemas: ‘Soy la que pude/ser/ Sin ser mujer’. En Tres poemas le canta a sus cuatro grandes amores: su madre, Villa Ocampo, Durango —la tierra que la vio nacer—, y a su patria, pero el canto patriótico de Nellie Campobello lo es al paisaje, a las costumbres y a la danza”, apuntó.
La poeta y especialista del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón (Cenidi Danza) del INBAL agregó que la danza fue su cuarto amor, el cual le permitió viajar por todo el país, primero para indagar y luego para retribuir con su propia obra “lo que ella considera la grandeza de México”.
Señaló que el título de “la primera narradora de México del siglo XX” no solo se debe a que su obra literaria retrata pasajes de la Revolución Mexicana, como en Cartucho, sino por la forma íntima, personal y encarnada con la cual Campobello expresó sus vivencias.
“Es el hecho histórico sumado a su talento personal y a su capacidad de hablar con un discurso original, propio, diáfano, donde los vocablos tienen cuerpo. Ella amaba el movimiento, tenía una conciencia del cuerpo y una necesidad de hablar desde sus verdades más íntimas. Todo ello arrojó una literatura singular, parteaguas en las letras mexicanas”, concluyó.
Nelli Campobello nació en Villa Ocampo, Durango, el 7 de noviembre de 1900. Dirigió la Escuela Nacional de Danza; fue bailarina, coreógrafa e investigadora de danzas autóctonas y creadora del Ballet de la Ciudad de México. Su obra literaria retrata pasajes de la Revolución Mexicana. Colaboró en El Gráfico. Falleció en Progreso de Obregón, Hidalgo, el 9 de julio de 1986.