La diputada Claudia Reyes Montiel (PRD) cuestionó la actitud de la Dirección del Canal Once del Instituto Politécnico Nacional ante el comportamiento machista de John Ackerman, que derivaron en la cancelación del programa “John y Sabina”, por sus agresiones contra ésta última, así como la decisión de mantenerlo como colaborador de este medio público.
La legisladora recordó que el Canal Once dio a conocer que el programa conducido por el académico John Ackerman y la escritora Sabina Berman, cancelaría sus transmisiones esta temporada por “acuerdo mutuo”, esto por los problemas que tenían los conductores e hicieron públicos.
A través de un comunicado, dijo que esta cuestión adquiere relevancia por dos razones: “por los diferendos que evidenció uno de los conductores titulares y porque hablamos de un programa que se transmite en un canal público y se realiza con recursos de todos.”
En días pasados por medio de una red social se dio a conocer una conversación entre los conductores que señalaban importantes diferencias; “estas diferencias pueden verse en cualquier espacio como algo normal, pero el problema radica en qué generó estas diferencias. Berman mencionó que las causas de estas diferencias eran el machismo y el acoso laboral que ejercía constantemente Ackerman”, puntualizó la diputada.
Esta cuestión se hizo más que evidente en el programa que tuvo como invitado al secretario de Educación Pública. En la transmisión de este programa se le negó la palabra a Berman, se le ignoró y no se le dio el lugar que le correspondía como conductora.
“Mucho hemos luchado desde la Cámara de Diputados para que mujeres y hombres tengan las mismas oportunidades y condiciones y no podemos tolerar que desde un espacio público se ataque a las mujeres por su forma de pensar, por sus posiciones ideológicas, que se mine su libertad de expresión y derechos bajo el amparo y la complacencia del poder, lo cual sabe Ackerman, quien es cercano al Presidente y su gabinete, y por eso su arrogante actitud pública ante Berman”, sostuvo la legisladora por el Estado de México.
“Esta situación, muy preocupante por donde se vea, adquiere mayor relevancia cuando vemos que se presenta en un espacio que vive de recursos públicos”, advirtió.
Desde sus inicios, indicó, “este programa tuvo muchas críticas porque se veía como un espacio propagandístico, esto por la cercanía de Ackerman con la 4T, lo cual se confirmó con las declaraciones de Berman acerca de que Ackerman establecía la línea editorial del programa y decidía quien podía asistir a él.”
Ahora, dijo, “tenemos esta situación en donde abiertamente, sin ningún problema, el doctor Ackerman ofende a una mujer, la humilla por sus ideas y expone como una especie de traidora por atreverse a cuestionar al gobierno en turno.”
“Tan lamentable como esta situación ha sido la nula reacción de las autoridades del Canal Once y el Politécnico Nacional, quienes no han alzado la voz ante las acusaciones de violencia, sobre todo cuando esta institución educativa diseñó el violentómetro, el cual, si revisamos, veremos varias acciones que Ackerman realizó en perjuicio de Sabina Berman. Este silencio nos habla de complicidad y completo desprecio a los colaboradores del instituto, al menos de aquellos que no están alineados con el Presidente”, acusó.
“Si todo esto no fuera suficiente, ahora se pretende premiar al académico otorgándole un nuevo programa, un espacio propio, pagado por todos los mexicanos, para poder ofender a quien no opine como él y poder humillar, menospreciar y atacar a sus anchas a todas las mujeres y hombres que desee con total impunidad. Qué triste lo que se está haciendo con este canal y su programación al ponerla al servicio de los vociferadores gubernamentales”, concluyó Reyes Montiel.