Al referirse al enojo por el abandono presupuestal que se registra en los programas que habían probado su eficacia, la diputada Erika Sánchez Martínez señaló que tenemos un país y particularmente un Gobierno federal, que vive una realidad alterna a la que vivimos las mujeres mexicanas.
Recalcó que de nada sirve, que a pesar de lo expresado por el Secretario de Hacienda y que ha reconocido en múltiples ocasiones, nuestro país no llegará al crecimiento y desarrollo deseado, si no se incorpora a las mujeres en todos los sectores de la sociedad. “Mientras en la práctica se siga recortando los recursos como en las estancias infantiles, escuelas de tiempo completo o en refugios para mujeres violentadas o indígenas”, expresó la legisladora sinaloense.
Este desmantelamiento de programas, de recursos sin ningún sentido, muestran un desconocimiento de la afectación y del impacto que tienen estas decisiones que se están tomando, en un afán de acopiar esos recursos para integrarlos al gasto corriente y que hasta el día de hoy no tienen ninguna explicación de dónde se están aplicando.
“Lo único seguro es que los recursos no se están dirigiendo a las mujeres, pues están afectando esquemas que fueron creados con perspectivas de género y que nos permitían a las mujeres poder tener a nuestros hijos en espacios cuidados, bien alimentados para que las madres se incorporaran a la población económicamente activa”.
Desafortunadamente vivimos una simulación que se ha presentado en el presupuesto, porque se han incorporado programas que no se planean con perspectiva de género, a pesar de que la violencia contra la mujer haya aumentado, pues basta señalar que en 2019, los feminicidios crecieron 137 por ciento respecto a 2018 y hasta los primeros días de diciembre del 2020 se registró un 7.7 por ciento de incremento.
Por todo ello, indicó que si bien en la Cámara de Diputados, especialmente las legisladoras hemos podido impulsar garantías en la ley a favor de las mujeres, adolescentes, niñas y niños, vemos a un Gobierno federal que hace completamente lo contrario, por lo que es necesario, que el Poder Legislativo y la sociedad se manifiesten, a fin de que esos “oídos sordos” que ha hecho el Gobierno, puedan revertirse y se corrijan todas estas políticas y malas decisiones.
