El Consejero Martín Faz alertó del riesgo que enfrenta la democracia ante la desigualdad estructural del país
Al impartir la Conferencia Magistral de Invierno “Democracia y Derechos Humanos”, organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE), la abogada e investigadora Ana Laura Magaloni Kerpel afirmó que en México la pobreza tiene un efecto negativo en la igualdad de acceso a la justicia y el ejercicio, en consecuencia, de los derechos humanos.
Explicó que, en el país, la agenda pendiente en materia de derechos humanos se centra en la erradicación de la pobreza y desigualdad, así como la marginalidad jurídica que prevalece.
Ello, dijo Magaloni Kerpel, ante la evidente incapacidad que se ha tenido para que el marco constitucional de avanzada que se logró construir, incida en la vida de una población mayoritariamente pobre que enfrenta una notoria desigualdad para el pleno goce de sus derechos y que radica en la imposibilidad para acceder a la justicia.
Magaloni expuso que todas las reformas y estrategias que se han realizado al sistema judicial mexicano no se han enfocado en lograr que los más pobres tengan las herramientas necesarias para defender sus derechos cuando éstos son violentados, así como de cualquier abuso del que sean objeto, ya sea de autoridades o privados.
En este sentido consideró que en México la defensa de los derechos humanos, cuando son transgredido, está directamente asociada a la capacidad económica que se tenga, ya que la primera instancia a la que puede acudir la ciudadanía está olvidada y carente de cualquier vocación de servicio.
Por ello es necesario subir hasta el sistema federal, el cual se ha robustecido en los últimos años, lo que resulta en procesos complejos, que toman tiempo y requieren dinero.
Es así que escalar al robusto sistema federal, permite únicamente el acceso a las élites por la amplia complejidad y altos costos que esto representa, mientras que en lo local no se cuenta siquiera con un aparato de defensoría pública.
Ante este panorama lamentó que, en el contexto de una contienda electoral, ninguna fuerza política tenga una propuesta para reforzar el aparato de justicia que se ha mantenido desmantelado a pesar de ser al que accede la población más vulnerable.
No obstante confió en que el efecto de la pandemia no se limite a terminar de colapsar el sistema de justicia local deficiente con el que se cuenta, sino que también sea la oportunidad de experimentar una visión distinta que reconozca la importancia de fortalecer esta área.
Cuando se consolida la democracia implícitamente, ineludiblemente, se consolidan también los derechos humanos
La construcción de la democracia en México se acompañó de la edificación de un aparato de garantía de los derechos humanos aseguró el Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, al introducir la Conferencia Magistral.
“Cuando se consolida la democracia implícitamente, ineludiblemente, se consolidan también los derechos humanos, porque no hay una forma de gobierno donde se garanticen mejor los derechos humanos como en la democracia y sin la garantía de estos, la democracia como forma de gobierno es simple y sencillamente impensable”, sentenció.
Al presentar la Conferencia Magistral recordó que tras la crisis electoral y política que vivió el país en 1988, se generó un cambio sin precedentes tanto en la forma de ejercer los derechos políticos, como en las instituciones que procesaban los mismos.
En este contexto, dijo, fue que se crearon las instituciones indispensables no sólo para garantizar la recreación de la democracia, sino también para lograr el pleno ejercicio de los derechos humanos, lo que lleva a que el proceso democratizador experimente avances a través de estas dos rutas.
Córdova Vianello habló sobre la importancia de las conferencias organizadas por el INE para que el espacio desde donde se arbitran las elecciones, se convierta también en un área en la que se incentive el estudio sobre temas indispensables para la democracia y el camino por el que todavía se tiene que avanzar en la consolidación y robustecimiento de la misma.
Pareciera que los gobernantes renunciaron a generar políticas públicas orientadas al bienestar
Durante su participación como comentarista, el Consejero Martín Faz coincidió en que, en la actualidad, democracia y derechos humanos es un binomio asociado uno al otro; sin embargo, a la par de que la democracia se ha institucionalizado, paradójicamente las brechas de desigualdad han aumentado.
“Un problema de fondo de las democracias pareciera ser la incapacidad de las élites del sistema para incluir las demandas de la población y demostrar que la política puede generar un cambio. Pareciera que los gobernantes renunciaron a generar políticas públicas orientadas al bienestar, se acomodaron a sus posiciones de poder y ahí permanecieron”, expresó.
Faz alertó que este panorama es lo que genera el caldo de cultivo de algunas de las crisis que enfrentan en la actualidad las democracias y anticipó el riesgo que existe para este sistema de hablar de derechos humanos cuando se excluye y empobrece a las mayorías.