Debido a la pandemia de Covid-19 o por falta de dinero o recursos para continuar con su educación, 5.2 millones de estudiantes de entre 3 a 29 años no regresaron a clases para el ciclo escolar 2020-2021, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con la Encuesta para la Medición del Impacto Covid-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020 del alumnado que sí estuvo inscrito en el ciclo escolar 2019-2020, pero que no continuó o desertó fue de 1.8 millones a causa de la pandemia o falta de recursos económicos.
En este sentido el mayor impacto se observó en escuelas públicas con 1.5 millones, mientras que en escuelas privadas el total fue de 243 mil estudiantes que abandonaron sus estudios.
La encuesta también revela que el 55.7 por ciento de los estudiantes de nivel superior se apoyó de la computadora portátil como su principal herramienta en sus clases, mientras que el 70.2% de alumnos de primaria utilizó un celular inteligente.
En este sentido el 28.6 por ciento de las viviendas tuvo que realizar un gasto adicional para poder comprar un teléfono inteligente para clases a distancia.
El 26.4% se vio obligado a contratar un servicio de internet fijo y en el 20.9 por ciento se realizó un gasto adicional para adquirir mobiliario como sillas, mesas, escritorios o adecuar un espacio para el estudio.
Acerca de las desventajas de las clases a distancia, el Inegi reportó que el 58.3% considera que no se aprende o que se aprende menos que de manera presencial. El 27.1 por ciento se queja de la falta de seguimiento al aprendizaje de los alumnos.
Mientras que el 23.9 por ciento señala la falta de capacidad técnica o habilidad pedagógica de padres o tutores para transmitir los conocimientos.
Asimismo, de todos los grupos de edad, más de la mitad de los estudiantes tiene la disponibilidad para asistir a clases presenciales en cuanto el gobierno lo permita.
Sobre el impacto de la emergencia sanitaria en distintos ámbitos, el Inegi precisó que es un reto al que se enfrenta los distintos países del mundo, pero el campo de la educación es uno de los más afectados.
La encuesta realizada permite conocer el impacto de la cancelación provisional de clases presenciales en todas las instituciones educativas del país, así como la experiencia de niños, niñas y jóvenes de 3 a 29 años.