Con el fin de elevar a rango constitucional la protección de los animales, la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre propuso reformar el Artículo 4 y adicionar el Artículo 73 de la Constitución Política de los Unidos Mexicanos.
Al fundamentar la propuesta ante el Pleno del Senado, la coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo destacó que históricamente la interacción de los humanos con el medio ambiente y en consecuencia, con los animales ha sido desastrosa.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), la degradación del hábitat natural representa la principal amenaza para las especies: la afectación en aves es de 49%, la afectación en mamíferos por este fenómeno es de 45%, mientras que 48% de las amenazas contra reptiles y anfibios proviene de esta práctica.
“El cambio climático antropogénico es, quizás, la amenaza más severa a la que no solamente se ha enfrentado la humanidad, incluyendo el planeta Tierra y todos los seres vivos que habitan en él”, mencionó.
En este sentido, y basada en los avances de las neurociencias y la genética, que demuestran que los seres humanos no son los únicos con posibilidad de sentir dolor y experimentar sufrimiento y placer, la legisladora por Zacatecas señaló que el hombre está obligado a tener algún tipo de consideración moral hacia los animales, la cual tenga consecuencias jurídicas.
Por ello, propuso incorporar en el texto de la Constitución el concepto de que los animales son sujetos de consideración moral. Y de esta forma reconocer a los animales como sujetos sintientes y establecer que todas las personas tienen la obligación jurídica de respetar la vida y la integridad de los animales.
Además, se plantea que todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, garanticen la protección, el bienestar y el trato digno a los animales, así como la protección contra los actos crueles y degradantes, sufrimiento innecesario y procedimientos injustificados o que puedan causarles dolor o angustia.
Finalmente, propone facultar al Congreso de la Unión para expedir la Ley General de Protección a la Dignidad de los Animales.