GOBIERNO DE CALIDAD/ Finanzas públicas en pandemia

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Por Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista y Director general de Gobierno de Calidad, consultoría de políticas públicas.

En las finanzas públicas destaca seis elementos: incremento en los ingresos petroleros, reducción de los ingresos tributarios, ganancia del gasto programable respecto al gasto total, disminución del gasto en inversión física, intercambio porcentual del costo financiero y de las participaciones en relación al gasto programable y el nivel del saldo histórico de requerimientos financieros del sector público (SHRFSP) superior en más de cinco veces al gasto total neto.
El reto, ahora, es la generación de políticas públicas que detonen un crecimiento continuo de la economía para elevar la recaudación tributaria. Asimismo, se requiere una política del gasto que mejore la relación deuda/ ingreso.
La tasa de crecimiento anual real registrada para los ingresos totales fue de 1.5% en 2020 y de 2.4% en el 2021. En la estructura de los ingresos petroleros y no petroleros ganan terreno éstos últimos al contribuir con 13.6% de los ingresos totales. En 2020 sólo representaron el 8. 4%.
En 2021 los ingresos petroleros muestran un incremento del 64.8% en relación al año anterior como resultado de la recuperación de los precios del crudo, pero del total de ingresos petroleros registrados, 38% corresponde a las transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo.
Los ingresos no petroleros, asimismo, presentan una contracción del -3.4%, en gran parte por la caída en términos reales de los ingresos tributarios del -2.8%. La recaudación impositiva pasó del 77 al 75% del total de ingresos presupuestarios no petroleros y los recursos provenientes de los organismos y empresas fueron del 17% al 15%.
Respecto al gasto público, en los dos últimos años, las estimaciones son positivas, aunque con una tasa de crecimiento menor en el 2021 respecto al año anterior con un crecimiento real del 4.2% este año y 7.0% en 2020. Por otro lado, se observa que el gasto programable gana participación respecto al corriente y de capital al pasar del 72% al 75%.
Vale recalcar que el gasto en capital ha ganó participación dentro del gasto programable al registrar -17% en 2019, 18% en 2020 y 21% en 2021. Sin embargo, su incremento en el último año corresponde a sólo el 96%, en términos nominales, respecto a otros gasto de capital. De forma simultánea, la inversión física muestra un retroceso real del 3.2%.
La inversión física se integra esencialmente del sector energético y de ramos autónomos y generales como aportaciones para la infraestructura social, para el fortalecimiento de los municipios y de las demarcaciones territoriales del Distrito Federal, para la Seguridad Pública y para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas.