Por Mariana Morán, Presidenta de Libertad, Equidad y Género A.C
La automatización remodela el lugar de trabajo de maneras inesperadas. Los robots pueden mejorar la eficiencia y la calidad, reducir los costos e incluso ayudar a crear más empleos para sus contrapartes humanas. Pero más robots también pueden reducir la necesidad de gerentes.
El estudio “The Robot Revolution: Managerial and Employment Consequences for Firms” (La revolución de los robots: consecuencias administrativas y de empleo para las empresas), de Lynn Wu, profesora de operaciones, información y decisiones en Wharton; Bryan Hong, profesor de emprendimiento y administración en la Bloch School of Management de la Universidad de Missouri Kansas City; y Jay Dixon, economista de Statistics Canada, analizó cómo la automatización afecta el empleo, el trabajo, las prioridades estratégicas y otros aspectos del lugar de trabajo.
Contrario a la creencia popular, los robots no reemplazan a los trabajadores. Si bien hay cierto desprendimiento de empleados cuando las empresas adoptan robots, los datos muestran que el aumento de la automatización conduce a una mayor contratación en general. Esto se debe a que las empresas que adoptan robots se vuelven mucho más productivas que necesitan más personas para satisfacer la mayor demanda en la producción.
Paralelo a este estudio aparece otra gran tendencia que habla de la reinvención de los puestos de trabajo y el que las actividades más mecanizadas y reiterativas serán las que ocuparán los robots y otras formas tecnológicas. Es decir, aparecerán nuevos puestos de trabajo en los que se desarrollen habilidades esencialmente humanas.
¿Y que tiene que ver esto con la gerencia? Que la actividad de supervisión mecanicista, e incluso coercitiva, ya no será necesaria. El control por el control mismo desaparece de las organizaciones de todo tipo y en su lugar aparecen liderazgos basados en la gestión de personas para personas. Es decir, aquellas que aportan valor y empoderan a los colaboradores.
Así, no es fortuito que los nuevos puestos de trabajo enfaticen la necesidad de personas capaces de negociar, trabajar en equipo y convencer. Los líderes post pandémicos requieren habilidades blandas que durante mucho tiempo se desdeñaron, como inspirar, empatizar y convertir sa cada uno de los integrantes de sus equipos de trabajo en agentes de cambio.
En sí, los robots no son una amenaza, pero si la inmovilidad en áreas de confort y el rehusarse a aportar siempre más a las casas que se asuman.
Si algo cambio el Covid es la visualización del trabajo. Pasó de ser una geografía a una tarea que enriquece y transforma.