Ahorros en sueldos de regidores a obra pública a criterio de alcaldes

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El destino de los recursos que se ahorrarán en salarios por la reducción de síndicos y regidores en los 125 Ayuntamientos para el trienio 2022-2024, quedará a la actuación ética de los alcaldes y alcaldesas, para que se destinen en beneficio directo de la gente y no en nóminas o gasto corriente, consideró el diputado Faustino de la Cruz Pérez.

El legislador, quien fue uno de los promoventes de la Reforma que impulsó Morena y redujo el 25 por ciento el número de integrantes de los Cabildos, sostuvo que en cuanto inicie la 61 Legislatura presentará un punto de acuerdo para exhortar a los alcaldes a que este presupuesto no vaya a parar las nóminas de los servidores públicos.

“Voy a plantear que estos recursos no vayan a parar a las nóminas de los servidores públicos, sino en obras y acciones, pues de lo contrario no tendrían sentido esa modificación a la Ley, ni el sentir de los legisladores para ahorrar recursos en nóminas”, sostuvo.

Aunque la reforma ya está vigente, surtirá efectos a partir del 1 de enero del 2022, una vez que entren en funciones los nuevos Ayuntamientos, por lo que desde la Tribuna pedirá que las Presidentas y Presidentes Municipales consideren etiquetar en su presupuesto anual el uso de estos ahorros para beneficios a la gente.

“En Ecatepec calculamos ahorros de 100 millones que esperamos se reflejen para resolver y atender el problema del agua, y se verá en el simple hecho de la programación presupuestal y en la rendición de cuentas del OSFEM”, indicó.

Precisó que aunque la Legislatura no tiene facultad para etiquetar ese presupuesto, puesto que son recursos propios de los Ayuntamientos, que estarán al libre albedrío y principio ético del presidente o presidenta, e integrantes del Cabildo.

Sostuvo que el ahorro que tendrán Ayuntamientos al haber reducido el número de integrantes de Cabildo, debería destinarse a pavimentación, alumbrado público, dependiendo de las necesidades de cada localidad, equipos de salud.

Adicionalmente, al final del año, esos recursos estarán al escrutinio público cuando la cuenta pública se entregue al Órgano Superior de Fiscalización, pues ahí se vería reflejado si fue destinado a obras y acciones o para engrosar nóminas.

Faustino de la Cruz confió en que los alcaldes y alcaldesas actúen de manera ética y no intenten disfrazar el ejercicio del presupuesto para destinarlo a nómina, aumento de sueldos o gasto corriente.