ÁFRICA “COLONIZA” EL FUTBOL EN EUROPA

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Futbolismo
Futbolista de África

África migra hacia Europa con un balón por delante. La composición multirracial de las selecciones de futbol del viejo continente, al integrar jugadores de origen africano, podría ser un avance contra la discriminación a nivel global, aseguró José Luis Gázquez Iglesias, del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África (PUEAA) de la UNAM.

 

Al exponer algunos avances sobre su investigación, el también profesor del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) aclaró que Europa ha disfrutado de los beneficios de la inmigración africana durante siglos, y el balompié es uno más.

 

El deporte mundial, incluso en el caso del continente europeo y del futbol, cada vez tiene mayor presencia de deportistas de origen migrante, en específico de las antiguas colonias europeas en África.

 

“Es una tendencia que va en aumento, que inició desde mediados de la década de los 70, cuando se aceleró el proceso migratorio africano.

Desde esos años en las selecciones nacionales, como es el caso de Francia, es muy notoria la presencia de jugadores con este perfil, que proceden del Congo, Marruecos, Senegal, Malí, Guinea, Camerún, Togo, Argelia y Camerún, entre otros países”, afirmó.

 

El universitario -quien realizó una estancia de investigación y de trabajo de campo en el Institut Fondamentale d’Afrique Noire de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar, Senegal- aclaró que es un fenómeno el cual se reproduce en la mayoría de las naciones que tuvieron posesiones coloniales, por lo cual incorporan jugadores de sus antiguos dominios.

 

“Los porcentajes van al alza en prácticamente todos los países europeos, -como lo pudimos ver en esta Eurocopa 2021-, pero más en las naciones con mayor tradición de migración, como lo son Francia e Inglaterra, en comparación de los de una historia más reciente como España e Italia”, precisó.

 

Goles contra racismo

 

Gázquez Iglesias, doctor en Relaciones Internacionales y Estudios Africanos por la Universidad Autónoma de Madrid, expuso que a la par de que el futbol es un negocio, también es un fenómeno cultural que genera sensaciones de identidad; eso ha hecho que sea muy visible esta lucha contra el racismo en este deporte.

 

“Es como un microcosmos a nivel global, ese ha sido el motivo por el cual se ha acentuado esta atención sobre los vínculos entre el fenómeno multicultural en el futbol y el deporte europeo, además porque se percibe una tensión racial mundial sobre dicho tema”.

 

Definitivamente el hecho de que haya jugadores africanos nacionalizados europeos es positivo, pero no hay que olvidar que es solo una representación y tiene que ir más allá, “que se acompañe de una práctica inclusiva y no se mantenga únicamente en el ámbito representativo y vinculado al éxito deportivo”, acotó el especialista.

 

Es común, explicó Gázquez Iglesias, que cuando hay un torneo donde les va mal a las selecciones con jugadores africanos se acentúe el aspecto discursivo que considera a la migración como algo negativo; sin embargo, cuando hay éxito entonces se presenta al equipo como un ejemplo del modelo de integración.

 

Francia y otros casos

 

En Francia el triunfo está vinculado a la imagen que se tiene de los migrantes y en el deporte es un aspecto positivo, que incluso se resalta en el discurso político sobre migración, expuso el académico universitario.

 

Cuando el equipo francés no obtiene los resultados esperados en las competencias, entonces se reaviva ese debate sobre la migración extraeuropea, la que viene del continente africano o de medio oriente, como elementos externos a la identidad y a la sociedad tradicional francesa.

 

El maestro en Estudios Políticos y Sociales por el Instituto de Estudios Políticos, Sciences–Po de París, recordó el caso de Karim Benzema, jugador nacido en Francia, pero de origen argelino, quien en 2015 declaró que si metía gol, todos lo querían y era ciudadano francés, pero que si jugaba mal, era solamente “otro árabe más”.

 

Esto le valió no ser convocado durante años a su selección, y una vez superado el conflicto regresó “en un año previo a las elecciones en Francia, porque los partidos políticos de extrema derecha en ese país y en Europa miran al equipo de futbol para medir el termómetro de la agitación social con respecto a la migración”.

El caso de este país es emblemático, recordó, porque su selección es campeona mundial (Rusia 2018); 77 por ciento estuvo formado por deportistas de nacionalidad cuyo origen es colonial, de esa cifra 82 por ciento fueron de origen africano y el resto afroantillano.

 

El universitario destacó que Alemania e Inglaterra conforman sus selecciones de manera creciente con jugadores de sus antiguas colonias.

 

No obstante, también existe un aspecto negativo debido a que aun cuando estos futbolistas tienen acceso a la ciudadanía por sus méritos deportivos, hay un número importante de connacionales quienes no tienen residencia autorizada, y tampoco estatus migratorio legal porque no son figuras del deporte.

 

Gázquez Iglesias expuso que existe un número considerable de selecciones nacionales en Europa que tienen entre sus jugadores a personas de origen africano, como es el caso de España, Italia, Suecia, Suiza y Bélgica, entre otros.

 

“Tenemos a Romelo Lukaku, nacido en Bélgica, de padres congoleños. El Congo era una colonia belga en el siglo XIX y a principios del siglo XX; podemos referirnos también al caso de los hermanos Jérôme y Kevin-Prince Boateng, el primero decidió jugar por la selección alemana porque Alemania también tuvo colonias en África; y su hermano gemelo decidió integrarse al representativo de Ghana”, concluyó.