Ecatepec aplica protocolo de reacción inmediata ante desaparición de personas y localiza a más de 90% de extraviados

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Más de 90% de personas reportadas como desaparecidas en Ecatepec son localizadas por la Célula de Búsqueda de la policía municipal,
Más de 90% de personas reportadas como desaparecidas en Ecatepec son localizadas por la Célula de Búsqueda de la policía municipal,

Más de 90% de personas reportadas como desaparecidas en Ecatepec son localizadas por la Célula de Búsqueda de la policía municipal, que aplica el Protocolo Alba para la ubicación de niñas y mujeres, reforzado con el protocolo homologado nacional.

La Célula de Búsqueda de Personas de Ecatepec es considerada una de las mejores a nivel nacional e incluso ha resuelto tres casos internacionales, éxito que en parte se debe a la pronta denuncia de los familiares, informó el alcalde Fernando Vilchis Contreras.

“Depende de que se haga la denuncia inmediatamente, ya sea aquí en las oficinas o que se acerquen a un policía en la calle, en cualquier unidad, y así buscar la manera de canalizarlos a un cuadrante; eso eleva las posibilidades de localizar a las personas en las horas próximas en que ha sucedido la ausencia”, precisó Diana Oropeza Mejía, encargada de dicha célula especializada de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito de Ecatepec.

En marzo pasado, la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México organizó un intercambio con Guatemala. De los más de 60 municipios mexiquenses que cuentan con células de búsqueda, se eligió a Ecatepec y Chimalhuacán para compartir sus estrategias, ideas y buenas prácticas en el desarrollo del Protocolo Alba para la búsqueda de niñas y mujeres. En esas jornadas participaron autoridades del país vecino que querían saber qué es lo que ha dado el éxito en Ecatepec.

En la presente administración se ha retornado a tres casos internacionales: Inglaterra (2019), Guatemala (2020) y New York (2020). A través del Protocolo Alba, que se utiliza en Ecatepec y es complementado con el nacional, se realizan búsquedas inmediatas, individualizadas, por patrones (análisis de contexto) y generalizadas, además de restablecer el contacto con familiares o la restitución de restos humanos, si es el caso.

Oropeza Mejía explicó que en algunas localizaciones ya no se contabilizan como ausencia voluntaria o no localización, sino que pudieran ser temas de probable comisión de delitos.

“Bajo ese contexto, la autoridad que tiene que trabajar en esa investigación de manera total es la Fiscalía Especializada para Personas Desaparecidas, con el Ministerio Publico y la policía de investigación”, expresó.

En 2017, cuando inició el Protocolo Alba y las células de búsqueda, únicamente había 11 en el Estado de México. Actualmente hay más de 60 y, de acuerdo a la especialista, hubo un exhorto por parte del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que indicaba que todos los municipios debían contar con su célula de búsqueda.

“Todas las corporaciones a nivel municipal, estatal y federal deben tener un grupo de personas capacitadas para la búsqueda de personas, por lo menos de reacción inmediata”, dijo.

En Ecatepec, la desaparición que prevalece es en rango de mujeres adolescentes, en su mayoría (99.9%) es ausencia voluntaria derivada de alguna modalidad de violencia, le siguen los adultos mayores varones.

Para que ellos puedan regresar es indispensable una reacción inmediata. Posterior a la denuncia del familiar se realiza una entrevista para indagar el entorno social, laboral, familiar, si hay alguna enfermedad o situación de adicción, y así estructurar una línea de investigación, para luego visitar el último lugar en el que estuvo la persona, que puede ser el domicilio o el trabajo.

Oropeza Mejía destacó que los ecatepenses son muy colaboradores en la divulgación: “Siempre que hacemos alguna difusión por las redes sociales, desde luego páginas oficiales, como la de la página de la Célula de Búsqueda, las personas se integran. Todo esto es lo que nos ayuda a tener éxito y poder atender como se merecen las personas, con sensibilidad”.

Con tres años trabajando cercana a estos casos, Oropeza Mejía advirtió que hay que tener empatía y aunque no puede describirlo, para ella es una emoción muy grande; “el corazón se te hace grande cuando integras a una persona a su familia (…), es lo que nos mueve todos los días, porque éste es un gran equipo de trabajo”, afirmó.