Comerciantes y empresarios de Centro Histórico de la Ciudad de México se encuentran escépticos, por el parcial cumplimiento del compromiso que hicieron funcionarios del gobierno local, de levantar las vallas y mantener abierto el paso peatonal y la circulación vehicular desde el pasado 2 de septiembre, al concluir los operativos de seguridad realizados por el 3er. Informe de Gobierno del presidente Andrés Manual López Obrador.
Luego de que el 2 de septiembre se pudo constatar la apertura para el paso peatonal en las calles de Corregidora-Pino Suárez, Madero, 20 de Noviembre y Venustiano Carranza, el sábado 4, domingo 5 y lunes 6 de septiembre se volvieron a registrar cierres a la movilidad por elementos de la policía, sin que hubiera una comunicación entre autoridades y líderes de los sectores afectados, ni tampoco los riesgos visibles de una protesta violenta.
En la reunión realizada en Palacio del Ayuntamiento a finales de agosto, en la que participaron el Secretario de Gobierno Martí Batres y el Jefe de Oficina de la Jefatura de Gobierno, José Alfonso Suárez del Real, sirvió para que los representantes de los sectores productivos del Centro Histórico, expusieran las afectaciones que están padeciendo, por los permanentes cierres de la vialidades, el cierre de los pasos peatonales y las restricciones que los elementos de la policía aplican en las calles.
Los conflictos entre policías, locatarios y clientes por el cierre de accesos, están llegando al riesgo de desbordarse, debido a que a los mismos dueños o encargados de establecimientos se les impide o dificulta el acceso. Para los clientes es aún peor, pues terminan buscando otras plazas en donde puedan realizar sus compras, afectando a los negocios que se ubican en las calles de Madero, 16 de Septiembre y 5 de Mayo entre Palma y Plaza de la Constitución.
Además del comercio, también el fenómeno está afectando a los recorridos turísticos que no pueden llegar al Zócalo, la Catedral Metropolitana o a la zona arqueológica del Templo Mayor. Para los prestadores de servicios turísticos, las vallas y el cierre de los pasos peatonales dejan una “pésima imagen” del Centro Histórico.
En los grupos de chats integrados por los dueños y encargados de los establecimientos, abundan las quejas de los locatarios por los cierres de las calles por parte de la policía. La total reapertura de la movilidad en el Centro Histórico de la Ciudad de México es fundamental para impulsar la recuperación económica y el empleo en esta zona que es uno de los principales motores de la economía a nivel nacional.