En medio de la pandemia por el virus SARS-CoV-2, la señora Mayra Ceferino de la Rosa, de 30 años de edad, dió a luz a trillizas en el Hospital Juárez de México. A pesar de tener el dispositivo intrauterino, DIU, la mamá quedó embarazada.
El nacimiento múltiple de las tres niñas prematuras de 28 semanas de gestación, ocurrió el pasado 16 de julio por medio de cesárea, y quedaron internadas en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del HJM. Luego de 53 días de hospitalización, debido a la atención médica especializada y la alimentación materna han mejorado su condición y se han fortalecido.
“No lo esperábamos, ya teníamos un niño de diez años, y una niña de cuatro. Ahora serán cinco hijos que atender, pero mi esposo dice que por algo llegaron”, relató la mamá, que cada día debe acudir al hospital, para alimentar con su leche a las pequeñas.
“Aunque todavía están en la terapia intensiva, al cuidado de neonatólogos, pediatras y enfermeras especializadas, las niñas ya tiene nombre: se llamarán Aitana, que significa mujer guerrera; Kaori, mujer invencible, y Alisson, que es hija de Dios”, reveló.
La señora Mayra Ceferino de la Rosa señaló que ella trabajaba como costurera, y su esposo Juan Luis García Onofre, maneja un Mototaxi en Chipil, Tepexpan. “Ahora deberé quedarme en casa para dedicarme por entero a las trillizas, y a los dos que ya tenía”.
En entrevista, señaló que su embarazo había transcurrido con normalidad y sin molestias. “Me estaba checando en el Centro de Salud de Xometla, en San Juan Teotihuacán, en donde me mandaron hacer un ultrasonido y me dijeron que tenía un embarazo gemelar, que serían mellizos”.
Dijo que del centro de salud la refirieron al Hospital de Prematuros de Tepexpan, en donde el pasado 9 de mayo, le realizaron otro ultrasonido, el cual mostró que en realidad venían tres.
Así, en plena pandemia, por tratarse de un embarazo múltiple la mandaron al Hospital Juárez de México. “El 31 de mayo, la doctora que me vio en la consulta externa le pidió a mi esposo que entrara a ver el resultado del estudio y nos informó que las tres eran niñas. Él creía que al menos uno de los bebés era hombre”.
Posteriormente, el 23 de junio acudió a la segunda cita. “La doctora me detectó dilataciones y dijo que debería guardar reposo en mi casa. Sin embargo, al día siguiente me sentí mal, y así, dos veces tuve que ser internada en el hospital, hasta que el 5 de julio me informaron que quedaría hospitalizada, hasta que el 16 de julio se realizó la cesárea”.
Por ser prematuras, con menos de un kilogramo de peso, Aitana, kaori y Alisson se quedaron en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica.
“A mi me dieron de alta, pero vengo todos los días al banco de leche del hospital para dales mi leche en sus mamilitas. Ahora ya pesan casi kilo y medio, son muy comelonas”.
“Espero que me las entreguen pronto, pues y queremos tenerlas en casa, pero los doctores y enfermeras que las tienen a su cuidado me piden que tenga paciencia, para que me las devuelvan bien”.
Señaló que el embarazo fue una sorpresa para ella y su esposo. “Me estaba cuidando en control natal. A pesar del DIU, en plena pandemia por el Covid quedé embarazada”.
“La noticia me emocionó igual que a mi esposo, Juan Luis García Onofre, pues a pesar de que en las familias de los dos hay antecedentes de embarazos gemelares, no esperabamos que nos tocaran trillizos. Lo único que pedíamos era que todo saliera bien cuando me aliviará, y que las niñas vinieran sanas”.
“Ser papás de trillizos nos sorprendió, pero nos preocupó más, porque ya teníamos dos hijos, y ahora tendremos un cambio muy fuerte. Tendremos mayores gastos”.
