Por Liliana Silva, especialista en Finanzas personales de Cash Cash Préstamos www.cashcashprestamos.mx
En México existen 350 Fintech serias y reguladas que presentan una alta gama de servicios financieros, aunque sólo una decena se especializan en créditos menores de diez mil pesos y su target son las personas que no califican para un crédito bancario por no comprobar ingresos, encontrarse en buró o ser primerizos en este tipo de solicitudes.
En esta época dominada por la covid-19 y sus limitantes, aumentan las descargas de las APPs o el uso de estas empresas, pero así como aumentó la fama de empresas como “Cash Cash”, también se incrementaron los defraudadores, que engañan a los usuarios y usurpan nombres, colores, slogans, información, imagen de las Fintech registradas y así timar a las personas que buscan una solución, no un problema extra.
A nivel mundial, las Fintech representan alrededor del 5% del negocio bancario, pero su crecimiento es de 49% anual a nivel global y esto no es fortuito, ya que representan muchas ventajas para el consumidor:
– Acceso 24×7, solo se requiere descargar y abrir la APP a cualquier hora y día de la semana.
– Solicita desde cualquier lugar dentro de la República Mexicana, sin salir de casa.
– Solución en un máximo de 24 horas, en muchos casos es de inmediato.
Estas son grandes ventajas para quienes requieren préstamos emergentes y no pueden acceder a fuentes de crédito tradicionales por carecer de comprobantes de ingresos, como pueden ser estudiantes, amas de casa o personas que trabajan por su cuenta o en el mercado informal.
Sin embargo, dado que no se requiere una infraestructura física para crear una Fintech, muchos tratan de aprovechar la gran base de la pirámide poblacional y ofrecen créditos o préstamos fraudulentos, lo que perjudica a las verdaderas Fintech que quieren brindar servicios convenientes para públicos específicos.
Para evitar los créditos o préstamos fraudulentos es recomendable:
– Jamás dar dinero por adelantado. En todos los casos esto es un signo inequívoco de fraude
– Indagar permanencia de la empresa en el mercado. Cuidar que tenga presencia de al menos un año en la plaza en la que compite.
– Rehusar dar avales. Esto genera extorsión en muchos casos.
– En préstamos menores de 10,000 pesos, desdeñar las soluciones de crowdfunding y optar por una Fintech que paguen directamente sin coparticipación de otros.
– Revisar si cuenta con página web, redes sociales y sobre todo si su mail es institucional y no comercial como terminación .gmail o .yahoo
– Contar con números de contacto o atención al cliente, publicados en los anteriores medios
– Verificar de antemano plazos y monto de intereses, al igual si te proporcionan la información, consulta que la cuenta a donde pagarás no es de una persona física, es de la empresa a la que solicitas el préstamo.
– No proporcionar el número de la tarjeta ni contraseñas de la cuenta o tarjetas, para que se realice el préstamos sólo deben solicitar tu cuenta clable de 18 dígitos, la cual es la más segura para que obtengas el préstamo o crédito lo antes posible.
– No hacer trato a través de las redes sociales. Si no es una APP, debe de contar con una página web, nunca dentro de las RRSS.