GOBIERNO DE CALIDAD / El futuro del ESG

0
183

Por Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista y Director General de Gobierno de calidad, consultoría de Políticas Públicas

Incluso antes de que COVID-19 trastocara a los negocios y la sociedad, el movimiento ambiental, social y de gobernanza (ESG) ganaba fuerza.

Los desafíos de gran alcance, como el cambio climático y la inclusión económica, concentraron las mentes de los inversores y ejecutivos en la importancia de las prioridades a largo plazo y la presentación de informes no financieros.

Más aún: alrededor de 200 CEOs firmaron la declaración de 2019 de la Business Roundtable, en la que los intereses de todas las partes interesadas, no solo de los accionistas, exigían la atención de la alta dirección. Luego, la pandemia mundial aumentó la conciencia de cuán interconectados estamos todos, cuán rápido pueden funcionar los choques externos a través de la economía global y cuán centrales son la confianza y la transparencia para el funcionamiento de la economía.

Estas corrientes cruzadas se unen para impulsar la próxima ola de transformación corporativa: la transformación ESG.

Al igual que lo digital, ESG tiene el potencial de renovar la forma en que las organizaciones exitosas planifican, implementan y operan.

También, al igual que lo digital, ESG es un tema en expansión, lo que representa un desafío para las organizaciones. En el caso de lo digital, esa incertidumbre llevó a muchas empresas a comenzar de a poco. Hoy en día, la mayoría de los equipos de gestión se dan cuenta de que capturar el verdadero potencial de lo digital requiere un enfoque integral.

Lo mismo es cierto para ESG: llega al corazón de por qué estás en el negocio, quién eres como empresa, cuál es tu impacto en el mundo, cómo alineas tu modelo de negocio con las necesidades de la sociedad, qué informas y cómo involucras a tu gente y con tus partes interesadas en general.

Dado que la transformación digital sigue siendo un trabajo en progreso para la mayoría de las empresas, la idea de abordar otra gran transición puede parecer desalentadora. Sin embargo, sugerimos que aplazar la transformación ESG crea el riesgo de que, a medida que reconecte su empresa, conecte los viejos modelos de creación de valor que no pueden satisfacer las preocupaciones de sus partes interesadas y las necesidades a largo plazo de su negocio.

También es cada vez más probable que no pueda gestionar riesgos muy reales y materiales y se encuentre fuera de sintonía con sus accionistas.

ESG cubre una amplia gama de temas, con diferentes áreas de enfoque en diferentes industrias.
La transformación digital no es solo una analogía para el viaje ESG por delante; también es un facilitador de prácticas comerciales sostenibles.

Al igual que con el viaje digital, el impulso de ESG crece con pilotos exitosos y ganancias rápidas que están conectadas a un todo más grande. Sin embargo, los paralelismos con lo digital van más allá. El panorama empresarial está plagado de empresas muertas y moribundas que intentaron implementar transformaciones digitales sin pensar en las implicaciones, lo que llevó a la pérdida de valor, clientes descontentos y ejecutivos a los que se les mostró la puerta. Predecimos lo mismo para aquellos que no adoptan un enfoque proactivo e integral para la transformación ESG.