CONTEXTOS / Regulación de las plataformas tecnológicas

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Por Teófilo Beníte Granados Rector del Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminológicas (CESCIJUC).

Desde el comercio electrónico a la producción de energía, la venta de experiencias, los servicios financieros y hasta los pagos criptográficos, entre otras muchas actividades de nuestra era, dependen de lo que los reguladores exigirán, permitirán o fomentarán en las grandes tecnológicas. La regulación marca las reglas del juego.

Para muchas empresas, fuera del sector tecnológico y financiero, la regulación solo era burocracia. Esto está cambia radicalmente a medida que los límites tradicionales desaparecen y la digitalización cambia el consumo de productos a paquetes basados en la experiencia. Ahora, las plataformas y los ecosistemas que soportan gobiernan el día a día.

La importancia de las reguladoras no es fortuita: las empresas tecnológicas y su propiedad de los datos, les permiten profundizar y ampliar las relaciones con sus clientes. Esto modifica el panorama regulatorio en áreas antimonopolio, tecnología, datos, Inteligencia Artificial y otras.

Esto cambiará el enfoque de las empresas para obtener el máximo beneficio, detección de la competencia, funcionamiento de la privacidad y cómo las empresas crean economías de alcance. Es decir, el estar activo en un mercado genera beneficios en otros.

La regulación es fundamental en los conflictos creados cuando las empresas tradicionales participan en ecosistemas dominados por las grandes tecnológicas. Determinarán a dónde va la gran tecnología en busca de ganancias, cuál es el tamaño de mercado y la participación en éste.

En un mundo de prestación de servicios digitalizados, donde las fronteras sectoriales tradicionales se desvanecen, todas las apuestas están desactivadas. Las opciones que pueden parecer formas simples de proteger la privacidad o la conveniencia del cliente pueden tener profundas implicaciones para el diseño y el éxito del modelo de negocio, y pueden determinar si un orquestador de ecosistemas tendrá una ventaja insuperable y quién podrá innovar.

Lo que llamamos “regulación” en la década de 2020 es muy diferente de la regulación en la década de 1920, cuando las grandes empresas estaban a punto de enfrentar una serie de reglas para frenar el poder de los financieros.

Hoy en día, los reguladores están considerando la potencia de la plataforma por primera vez. Lidian con las espinosas preguntas de qué modelos de negocios usan las empresas, cómo éstas usan el poder y cómo ganan dinero. A medida que las empresas cambian, los límites de la industria se disuelven y la tecnología abre nuevas oportunidades y nuevas formas de poder corporativo.

La regulación, en sí, se vuelve más estratégica y determina dónde se encuentran las oportunidades y cómo compiten las empresas.

De forma simultánea, la digitalización y el desmoronamiento de las barreras regulatorias tradicionales replantean la estructuración negocios y la regulación gana protagonismo en el mundo corporativo. La gestión se reinventa.