Autoprotección contra ciberataques, gran reto para el 2022

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El 41% de las empresas mexicanas sufrieron un ataque cibernético en 2020 y las más vulnerables son aquellas que poseen datos de usuarios, dijo Alan Ramírez Flores, Ceo de Coperva.

“El 85% de los delitos cibernéticos tienen una finalidad económica, por lo que la mayor afectación está en aquellas que posean datos susceptibles de generar sobornos, malversación de activos y fraudes”, aseguró Ramírez Flores.

Entre los ciberataques más comunes perpetrados en México destacan el malware o software malicioso que se instala en el sistema provocando alteración del equipo, bloqueo de accesos a la red y apropiación de información personal. El otro ataque común es el phishing o suplantación de identidad para robar datos sensibles, muchas veces a través de emails, dijo el directivo.

Dado que los ataques cibernéticos se vuelven más comunes y sofisticados, en las empresas deben tomarse medidas urgentes de prevención entre las que destacan estas cuatro según Ramírez Flores:

Primero: La proactividad es crucial. “Debemos invertir tiempo, recursos y personal para anticipar posibles amenazas. Realizar ejercicios regulares, simular intervenciones en nuestras redes, probar vulnerabilidades. Dado que la ciberseguridad es un problema de todos, es importante que los líderes y las organizaciones se responsabilicen de proteger las redes críticas. En parte, esto significa que todos los líderes, incluso aquellos que no son expertos en tecnología, deben asumir la responsabilidad de protegerse contra hackeos significativos”, dijo Ramírez Flores.

Segundo: Conocer las cadenas de suministro digitales. Un código corrupto puede tener un enorme efecto dominó. Cada vez es más importante para las empresas ser conscientes de con qué proveedores se asocian y qué productos se descargan. Debemos asegurarnos de que los controles estén en su lugar para evitar corrupciones o virus a lo largo de la cadena: De dónde se obtiene el software, quién lo verifica y de dónde viene. “Debemos empezar a pensar en el software y su relación con la cadena de suministro”, remarcó el CEO de Coperva.

Tercero. Desarrollar la ciberresiliencia. Ya no basta tener una seguridad perimetral, el teletrabajo impone seguridad en múltiples puntos, se exacerba el ‘internet de las cosas’ y el impulso hacia una mayor conectividad. Conviene entonces generar procesos y mecanismos que permitan funcionar en caso de una intrusión, remarcó el empresario.

Cuarto: Alentar la cooperación, incluso con la competencia. La cooperación entre industrias es esencial para protegerse contra los ataques. Incluso mientras compiten entre sí, las empresas necesitan asociarse en áreas que representan un riesgo importante para su industria en su conjunto, aseguró finalmente el también autor de Liderazgo para tod@s.