Chile, uno de los países con la tasa de vacunación contra el coronavirus más alta, comenzó este lunes a administrar la cuarta dosis a personas inmunocomprometidas, en medio de un rebrote de los contagios debido a la variante ómicron.
El presidente Sebastián Piñera dio inicio al proceso de vacunación, que en esta primera etapa está dirigido a personas mayores de 12 años inmudodeprimidas que hayan recibido la anterior dosis hace más de cuatro meses. En este grupo, se consideran pacientes dializados, con trasplantes de órganos y tratamiento contra el cáncer.
A partir del 7 de febrero, la vacunación con la cuarta dosis comenzará para todos los mayores de 55 años, para luego ir bajando en edad. En Chile, se autorizó la vacuna contra el coronavirus para todos los mayores de tres años.
“Estamos empezando la cuarta dosis. ¿Por qué? En primer lugar, porque las vacunas con el paso del tiempo van perdiendo eficacia, va disminuyendo la protección que generan y, en segundo lugar, porque las nuevas variantes también le hacen perder fuerza a las vacunas”, explicó el mandatario.
Chile superó el viernes los 4 mil casos registrados en un día, la cifra más alta en seis meses. El gobierno espera que lleguen a los 10 mil diarios pero que producto de la alta cobertura de la vacunación no se disparen de forma exponencial como en otros países.
“Van a aumentar el número de personas contagiadas, pero lo más importante es que esos contagios van a ser más leves y, por tanto, el número de personas que requieran hospitalización probablemente también va a aumentar, pero mucho menos”, explicó el mandatario.
La cuarta dosis, agregó, aumenta en 20 veces la protección que tiene respecto a una persona que no tiene su vacunación completa.
Hasta el 6 de enero, según datos del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), el 87.4 por ciento de la población mayor de tres años de Chile tiene la pauta completa de vacunación y un 69.9 por ciento ha recibido una primera dosis de refuerzo.