Por Paul Achar Zavalza, Artista plástico especializado en Derechos de autor y Vocero de la Sociedad Mexicana de Autores de las Artes plásticas (Somaap)
Entregar a los empleados ideas relativamente maduras para implementar genera productos finales menos creativos respecto a las transferencias nulas o tempranas, lo que significa que resulta costoso implementan ideas sin impulsar al menos parte de su desarrollo anterior.
Esto se explica al restringir el sentido de propiedad psicológica y la coherencia de los productos finales.
En el arte la obra representa una expresión única de la percepción del mundo y la comprensión desde la perspectiva única del artista. Esto ´puede trasladarse a la empresa con el involucramiento de cada miembro del equipo con los objetivos generales o finales. Resulta dañino para la innovación/creatividad asumir sólo una parte del concepto. En cambio, transitar a lo largo de la conceptualización, desarrollo, distribución y comercialización redunda en ideas más disruptivas.
Por supuesto, esto no implica que se deba ser “todólogo”, pero si se conoce el objetivo final y existe una comprensión de todo el proceso, aumentan exponencialmente las posibilidades de generar ideas y soluciones más innovadoras e integrales respecto a quien sólo cubre parte de la cadena de elaboración/conceptualización de un bien o servicio.
En un momento en el que todos los sectores económicos andan en pos de los cambios holísticos que marquen un diferencial significativo en el mercado, conviene analizar cómo un artista revolucionaría la gestión.
Debe partirse, en primer lugar, de la unicidad. Y esta no es fortuita. Se alimenta de investigaciones, tendencias y datos corporativos sobre los clientes, comparativos de competencia e incluso ideas análogas de diferentes industrias.
Las empresas que logran construir equipos heterogéneos en formaciones, credos, edades, géneros y tendencias, logran conceptos más creativos respecto a las empresas que sólo involucran perfiles homogéneos y un tanto previsibles.
¿Qué mata la creatividad? Los silos en la organización. El restringir diálogos y compartir información y puntos de vista. La comunicación abierta es el primer paso para experimentar y crear.
Las misiones en las que se limita la participación a una parcialidad de la idea reducen en gran parte la creatividad del diseño. Esta pérdida aumenta si se desconocen fases previas y motivaciones que impulsaron determinado prototipo.
Dotar de autonomía a los trabajadores, permitirles que accedan a estudios y datos, generar un empowerment para cada puesto de trabajo y tener una misión corporativa clara y contundente, redundará en un mayor involucramiento de la parte creativa de cada colaborador. Más aún, se multiplicará la innovación corporativa holística y no sólo incremental.
La propiedad psicológica, el estado emocional y cognitivo mediante el cual nos identificamos con algo, y que sentimos como parte de nosotros mismos, es la columna vertebral de la creatividad y el compromiso.