A fin de aprovechar la infraestructura instalada y atender dignamente a los adultos mayores en situación de riesgo y vulnerabilidad, la diputada Evelyng Soraya Flores Carranza (PVEM) consideró imperativo que los titulares de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), del IMSS e ISSSTE instrumenten un programa para reorientar recursos y convertir nueve mil estancias infantiles en desuso, en residencias de día para esta población.
Precisó que debido a las nuevas regulaciones y medidas de seguridad más estrictas y procesos de contratación que exigen un elevado nivel de calidad para atender a los infantes en las guarderías, a causa del lamentable accidente en la Guardería ABC, ocurrido el 5 de junio de 2009 en Hermosillo, Sonora, dejaron de prestar servicio dichas estancias.
En un punto de acuerdo, turnado a la Segunda Comisión (Relaciones Exteriores, Defensa Nacional y Educación Pública) de la Permanente, la secretaria de la Comisión de Desarrollo Social, señaló que esos espacios pueden ser reconvertidos en residencias de día para adultos mayores, a través de una redirección de apoyos de la Sedesol, con lo que se evitaría el desperdicio de recursos del Estado mexicano.
Se deben estimular y fortalecer las acciones que mejoren la calidad de la vida de esta población, con servicios asistenciales eficaces y políticas públicas que permitan la movilización de recursos destinados a la capacitación y certificación de personal para su cuidado.
Dichas medidas beneficiarían al 12 por ciento de las mujeres y al 9.2 por ciento de los hombres adultos mayores que viven solos, en hogares unipersonales, “lo cual puede significar que están en situación de vulnerabilidad ante cualquier emergencia o necesidad que no puedan satisfacer por ellos mismos”.
Subrayó que México experimenta una considerable transformación demográfica, debido al cambio en la estructura por edades, al pasar de una predominante de menores de 15 años a una de jóvenes.
Además, gradualmente la cantidad de personas de 60 y más años se ha elevado, por la mayor esperanza de vida; se incrementó a un ritmo que duplica al de los habitantes totales del país, explicó.
Señaló que hay 13 millones 928 mil 310 adultos mayores; es decir, más del 10 por ciento del total de la población nacional.
La Ciudad de México registra el mayor índice de adultos mayores, 50.7 por cada 100 menores de 15 años; le sigue Morelos, con 36.5; Nayarit, con 35.4, y Veracruz, con 35.3, de acuerdo al boletín “Situación de las personas adultas mayores en México”, elaborado por el Instituto Nacional de las Mujeres.
Esta tendencia demográfica propicia cambios en las variables de atención, en materia de salud, donde una de las enfermedades que más aquejan a los adultos mayores es el Alzheimer, cuyo principal factor de riesgo es la edad, ya que las probabilidades de padecerlo son del 5 por ciento en personas de 60 años de edad; una incidencia de 10 por ciento cuando se tienen 65; 20 por ciento a los 70, y de 40 por ciento a partir de los 75 años.
La Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) 2009 refiere que el 25.3 por ciento de las personas adultas mayores requirió de cuidados o apoyo de alguna persona de su hogar. Como es de esperarse, agrega la legisladora, las necesidades de atención se incrementan conforme aumenta la edad.
El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM), en su portal de Internet, precisa que en México se encuentran registradas 2 mil 430 casas hogar, albergues, residencias de día o de cualquier centro de atención a personas adultas mayores en funcionamiento, apuntó.
Para hacer frente a la problemática de este sector, a partir del 2012 entró en vigor la “Norma Oficial Mexicana (NOM) 031-SSA3-2012 Asistencia social. Prestación de servicios de asistencia social a adultos y adultos mayores en situación de riesgo y vulnerabilidad”, con la finalidad de establecer las características de funcionamiento, organización e infraestructura que deben observar los establecimientos de los sectores público, social y privado, para atender a este tipo de población, detalla el documento.
De ahí, enfatiza, la necesidad de estimular y fortalecer las acciones de asistencia social que realizan los integrantes del Sistema Nacional de Salud, de conformidad con lo que disponen las leyes respectivas, para mejorar la calidad de la atención, procurando que la prestación de los servicios asistenciales aseguren una operación integral más eficaz, que contribuya a brindar un servicio digno a las personas adultas mayores en situación de riesgo y vulnerabilidad.
La diputada Flores Carranza consideró necesaria la intervención del Estado, a través de sus instancias responsables de atención a los adultos mayores, para equilibrar y hacer coincidir los recursos disponibles con el núcleo poblacional que demanda servicios especializados.
“Las estancias infantiles, por la inversión de la pirámide demográfica y por las normas restrictivas, han quedado en desuso, y perfectamente pueden servir para la instalación de casas de día o estancias para los adultos mayores”, afirmó.