Cirugía de implante coclear rehabilita capacidad auditiva de infantes

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Al conmemorar el Día Internacional del Implante Coclear, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) destaca la importancia de cuidar el sentido del oído y promueve realizar a personas recién nacidas el tamiz neonatal auditivo, prueba de detección oportuna de riesgos, con el objetivo de brindar tratamiento en los casos que sea posible recuperar la función y evitar daño permanente.
Para evitar incapacidad auditiva irreversible en niñas y niños derechohabientes, el Issste cuenta con tratamientos de alta especialidad como la cirugía de implante coclear, con la cual rehabilita a infantes con algunos tipos de sordera y les cambia la vida al favorecer su integración familiar, escolar y social.

La encargada del Servicio de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, del Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre”, Nora Rosas Zúñiga, dijo que para obtener buenos resultados de rehabilitación auditiva y desarrollo del lenguaje, debe realizarse el procedimiento quirúrgico antes de los cuatro años de edad, periodo en que se conserva la plasticidad cerebral.
Explicó que el implante coclear es un dispositivo electrónico con un electrodo, el cual mediante una cirugía compleja se introduce al órgano interno del oído, específicamente a la cóclea, estructura que tiene forma de caracol pequeño, que se encuentra dentro del hueso temporal, en el cráneo.
El CMN “20 de Noviembre” tiene 18 años de experiencia en el Programa de Implante Coclear Infantil. De 2004 a la fecha ha beneficiado con la colocación quirúrgica de este dispositivo a más de 20 niñas y niños, quienes han logrado rehabilitación en el área del lenguaje y muy buenos resultados de integración escolar, familiar y social.
“Contamos con equipamiento, infraestructura y profesionales altamente capacitados para realizar esta cirugía de alta complejidad. Tenemos que garantizar que la colocación del implante se haga de la manera más exacta sin dañar otras estructuras vitales del cerebro”, puntualizó Rosas Zúñiga.
La función de la cóclea -o caracol que alberga en su interior el órgano de Corti, responsable del sentido de la audición-, es transformar los sonidos en mensajes nerviosos y enviarlos al cerebro. Cuando hay una afectación en esta estructura, el implante estimula al nervio que lleva el sonido hacia el cerebro.
La especialista detalló que el protocolo médico para implante coclear infantil que aplica el CMN “20 de Noviembre” implica una valoración integral de los infantes detectados con problemas en el tamiz neonatal auditivo, en el que participa un grupo multidisciplinario de especialistas.
En neurología pediátrica se identifican alteraciones en el desarrollo del lenguaje; en audiología se realizan estudios funcionales de la cóclea; el servicio de genética indaga si las pérdidas auditivas van acompañadas de malformaciones del corazón, del riñón o de la columna vertebral.
Psicólogos, psicólogas y paidopsiquiatras evalúan conducta, conexión con el medio ambiente y funciones cerebrales relacionadas; también valoran la dinámica familiar de cada paciente para sensibilizar a madre, padre, cuidadores, hermanas y hermanos, acerca del padecimiento, el tratamiento y la importancia de apoyar para una rehabilitación exitosa.
En el servicio de radiología se encargan de hacer tomografías y resonancias magnéticas del oído y el cerebro y corroborar todas las medidas anatómicas de los órganos involucrados. Eso es de suma utilidad para identificar dónde está la afección y si el niño o la niña son candidatos al procedimiento de implante coclear.
“Es básico que madres y padres nos ayuden y estén al pendiente de sus hijas e hijos pequeños desde el nacimiento. Si un infante después de los dos años no ha desarrollado palabras es un dato de alerta que amerita llevarlo a consulta médica para descartar o corroborar un problema de audición y tratarlo a tiempo”, indicó.
Ya con el implante coclear podemos ver en los pacientes ganancia auditiva y un desarrollo del lenguaje increíble que permite rehabilitar a los pacientes e integrarlos a la sociedad sin mayor problema y sobre todo, no serán personas con discapacidad, concluyó Nora Rosas Zúñiga.