La salud de los habitantes de la Ciudad de México y su zona metropolitana depende indirectamente del respeto y equilibrio del medio ambiente, por lo que es necesario evitar la expansión de la mancha urbana y la construcción de complejos inmobiliarios en los bosques de Cuajimalpa, entre otras acciones, coincidieron integrantes del Grupo Parlamentario de Morena.
Por ello, los diputados Vidal Llerenas, María Chávez y Juan Romero, así como el senador Carlos Merino, hicieron un llamado al Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, para que declare como área natural protegida los bosques “El Ocotal” y “El Cedral”, ubicados en la Delegación Cuajimalpa.
“En la Ciudad de México cada día es más apremiante conservar y reforzar las áreas verdes, para contrarrestar la creciente contaminación atmosférica”, señalaron en un Punto de Acuerdo que presentaron al respecto ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
Argumentaron que dicha exigencia se debe a la presión económica por parte del sector inmobiliario y a que el Gobierno capitalino no ha declarado ningún área natural protegida desde el inicio de la administración mancerista.
Además, subrayaron en su documento, la expansión del territorio urbano en esa demarcación ha generado la degradación del suelo; la expulsión paulatina de la población oriunda, y la disminución de acceso al agua para los habitantes de los pueblos y colonias no residenciales de ese territorio.
“Las inmobiliarias no han quedado satisfechas. Desean más y más espacios para desarrollar sus grandes proyectos y amenazan con su poderío económico”, denunciaron los legisladores federales.
En ese contexto, aseveraron que preservar los bosques “El Ocotal” y “El Cedral” es fundamental porque tienen gran valor ecológico, ya que están densamente poblados por vegetación de coníferas, se encuentran integrados al Parque Nacional del Desierto de los Leones, y si bien no pertenecen a éste han sido siempre un espacio abierto de recreación a la ciudadanía.
También explicaron que el suelo de Cuajimalpa, en especial de dichos bosques, provee de servicios y bienes ambientales, masas boscosas y productos agropecuarios a la capital del país, además de ser un lugar donde se asientan pueblos indígenas originarios.
“Cuajimalpa ha resentido en forma particular la problemática del desarrollo urbano que se evidencia en que durante los últimos años ha sido víctima de la embestida de grandes y poderosas empresas inmobiliarias”, concluyeron.