Como parte del trabajo a la atención bucodental, la Secretaría de Salud del Estado de México, a través del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), explicó que trabaja en la prevención y detección del cáncer oral y bajo el lema SOS (Siente, Observa y Sálvate) “Abre la Boca”, se sugiere a la población realizar autoexploración continua para identificar alteraciones que predispongan la aparición de este padecimiento.
Detalló que si detectan heridas que no cicatrizan por más de 15 días, cambios de color (blanco, rojo, mixto y/o negro), cambios de forma y consistencia, dificultad para mover la lengua, problemas para masticar o tragar alimentos y presencia de bultos en la boca o el cuello, es necesario acudir a la unidad de salud más cercana.
Añadió que los factores de riesgo son el consumo de tabaco y/o alcohol, altas temperaturas, como fumar en pipa, mantener el cigarrillo en los labios y/o tomar bebidas muy calientes, presión local por prótesis en mal estado, infecciones crónicas de la boca causadas por virus y hongos, además de mala higiene bucal.
En cuanto a la autoexploración, sugirió tocar el cuello para descubrir bultos anormales, observar y tocar la lengua para revisar los bordes, a fin de buscar alteraciones, de igual manera checar encías y mucosas, tocar ambos labios por dentro y por fuera, así como el paladar junto con el piso de la boca para detectar cambios de color, forma y consistencia.
El ISEM precisó que la mayoría de enfermedades bucodentales no son atendidas con oportunidad, debido a que se tiene la falsa idea de que no son mortales, pues en sus etapas iniciales no presentan dolor ni síntomas, pero su atención es necesaria y pueden ser prevenidas.
Por ello, reiteró la importancia de solicitar consulta en el área de odontología del centro de salud más cercano a su domicilio, donde serán atendidos y, en caso de requerir atención de segundo o tercer nivel, serán referidos a la unidad médica que corresponda.
Finalmente, exhortó a la población a cepillar los dientes después de cada alimento, acudir al dentista dos veces al año, cambiar el cepillo cada tres meses, utilizar hilo dental en la rutina de higiene diaria, además de lavar la lengua para eliminar malos olores y bacterias dañinas para los dientes.