El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados destacó que las expectativas sobre el crecimiento de México para 2017 se han ajustado al alza, como resultado de un panorama económico más alentador.
En el “Boletín: Evolución y Perspectivas del Producto Interno Bruto”, el CEFP mencionó que durante el segundo trimestre de 2017, la economía mexicana transitó bajo un entorno menos complicado, mientras que la mundial continuó creciendo a un ritmo moderado y con diferencias importantes en el desempeño de los países y regiones.
En este periodo, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos elevó su dinamismo; y su actividad industrial. Por lo anterior, el nivel de las exportaciones de ese país mejoró.
En lo doméstico, destacó que la demanda interna continuó su avance a un mayor ritmo; empero, se observó una mayor dinámica en la demanda de bienes importados y de servicios nacionales pese a la pérdida de dinamismo de la demanda de bienes locales. Sin embargo, los ingresos de las empresas comerciales continuaron creciendo pero a un menor ritmo.
En el documento, el CEFP precisó que la inversión se deterioró ante la contracción del sector de la construcción y el menor crecimiento de la transformación en maquinaria y equipo.
Entre abril y junio de este año, la economía mexicana mantuvo su tendencia a crecer al presentar 30 incrementos consecutivos; el PIB tuvo un crecimiento real anual de 1.77 por ciento, aunque menor al observado en el mismo periodo de 2016 (2.60 por ciento), a lo estimado por el sector privado (1.86 por ciento) y a lo previsto por el INEGI (1.8 por ciento). No obstante, mantiene su ritmo ascendente.
La dinámica económica se explicó por la evolución heterogénea de las actividades que componen al PIB: las actividades primarias perdieron fortaleza, las secundarias se deterioraron y las terciarias aminoraron su dinamismo. Sin embargo, la aportación al crecimiento de las terciarias (servicios) fue superior que al incremento del PIB, lo que fue contrarrestado por el deterioro de la actividad industrial.
Bajo cifras ajustadas por estacionalidad, el PIB perdió dinamismo al pasar de un alza de 0.66 por ciento a una de 0.57 por ciento del primer trimestre al segundo trimestre de 2017 y fue menor de lo anticipado por el INEGI (0.6 por ciento).