GOBIERNO DE CALIDAD/ El promisorio mundo del Edtech

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Por Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista y director general de Gobierno de Calidad, consultoría de políticas públicas.

Educación al empleo (edtech) es un sector de amplio crecimiento. Es el que sirve a los estudiantes adultos y hay docenas de nuevas empresas “unicornio” con valoraciones de más de mil millones.
Gracias al rápido cambio tecnológico y la digitalización empresarial, muchas empresas buscan mejorar continuamente sus habilidades laborales. Al mismo tiempo, el acceso a la banda ancha se volvió más asequible y las tecnologías de educación a distancia son más avanzadas. Estos desarrollos permiten al auge del sector edtech, donde los capitalistas de riesgo invirtieron 20.8 mil millones en el sector a nivel mundial en 2021. Es decir, más de 40 veces la cantidad de 2010.
La educación en línea, en sí, se convierte en la nueva normalidad.
Asimismo, las empresas de edtech quieren que el valor de por vida de sus clientes supere el costo de adquirirlos. Los estados financieros muestran que los costos de ventas y marketing en varias de las empresas de edtech más grandes, oscilan entre el 20 y el 60 por ciento de los ingresos en los últimos años.
Asimismo, a medida que buscan formas sostenibles de reducir el problema de toda la industria con altos costos de adquisición de clientes, algunas empresas de edtech recurren a fusiones y adquisiciones con la esperanza de alcanzar economías de escala.
De manera simultpanea, las grandes empresas ven el reciclaje y la mejora de las habilidades de los empleados como una necesidad.
Ahora, atraer y retener talento es en un desafío central para muchas empresas. Grandes empleadores como Amazon, Walmart, Target y Google anuncian importantes inversiones en programas de educación y desarrollo de la fuerza laboral para disminuir la rotación y llenar las brechas de talento. Algunos, como Walmart, integran estos programas en sus iniciativas de diversidad, equidad e inclusión.
Hoy, nuevas modalidades, como las realidades virtuales y aumentadas, web3, IA y aprendizaje automático, impulsan la educación. Sin embargo, los proveedores de edtech no pueden confiar demasiado en la tecnología y el contenido. Los estudiantes quieren servicios de valor agregado, como tutoría personalizada, preparación para entrevistas y apoyo para conseguir un trabajo.
Para ofrecer experiencias más holísticas al usuario, algunos jugadores de edtech desarrollan capacidades internas y realizan adquisiciones.
A pesar de una caída en 2019, las inversiones globales en edtech registran un promedio de 45 por ciento de tasa de crecimiento anual durante los últimos cinco años y crecieron 30 por ciento de 2020 a 2021. Es un sector muy promisorio.
Sin embargo, es importante remarcar que la tecnología no es sinónimo de la edtech o no debe serlo. Se requiere una profunda inmersión en las necesidades de los clientes en tiempo real y con miras a futuro. Se necesita la actualización y visión futurista que garantice la educación de excelencia. En el sector universitario y académico en general, el gran reto es preparar a los profesionistas para ser capaces de solucionar problemas que aún no conocemos. Ese es el reto y promesa del edtech.