La diputada Ingrid Krasopani Schemelensky Castro (PAN) impulsa reformas a las leyes Federal del Trabajo y del Impuesto Sobre la Renta para que los jefes de familia de un hogar monoparental en el que exista un menor con discapacidad, puedan tener una jornada laboral reducida, y se otorguen incentivos fiscales a las empresas que contraten a los padres que se encuentren en esta situación.
Las jornadas reducidas, explicó, permitirán brindar una mejor atención a su hijo, acompañarlo a sus terapias de rehabilitación, ayudarlo a que se sienta seguro en el entorno en el que se desenvuelve y a que desarrolle habilidades que le permitan adaptarse a la vida cotidiana.
La legisladora subrayó que diversos estudios muestran que los hogares monoparentales, en los que vive una o más personas con discapacidad, deben ser atendidos, ya que en muchos casos podrían estar en situación de vulnerabilidad, especialmente cuando quien presenta la discapacidad es un niño o adolescente.
Se estima, dijo, que el 21 por ciento de los hogares son monoparentales, es decir, encabezados sólo por uno de los padres y en su interior se puede presentar mayor riesgo de pobreza, dificultades económicas, precariedad e inestabilidad laboral.
Resaltó que la situación de los padres en esta condición no es sencilla, ya que desde el nacimiento del menor se enfrentan a costos superiores a los esperados, puesto que los estudios médicos especializados, en algunos casos las terapias y el cuidado especial del bebé, se convierten en un gasto extra al planeado.
Se ha calculado que mantener un menor con discapacidad equivale en gasto, atención y educación a tener cinco hijos, y un hogar monoparental puede destinar hasta el 50 por ciento de su ingreso para gastos generados por la invalidez de alguno de sus integrantes, afirmó.
Además del dinero, agregó, la falta de tiempo de quien encabeza un hogar monoparental para brindar los cuidados adecuados a un menor con discapacidad, también pone en riesgo la estabilidad familiar.
Refirió que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) advirtió sobre las dificultades que conlleva el nacimiento de un hijo con discapacidad, y señaló que, en lo general, es la madre en quien recaen los cuidados, debido a que usualmente son abandonadas por el marido.
“El peso de lo que significa tener un hijo o hija con discapacidad en el hogar hace que las familias se desintegren y haya más divorcios que en familias con hijos sin este problema, lo cual aumenta de manera doble la responsabilidad para las madres, quienes deben hacerse cargo no sólo del hijo con discapacidad, sino de la familia entera”, comentó.
Además, indicó, personal encargado de centros de rehabilitación infantil y juvenil ha señalado que una de las principales causas que impiden la recuperación de las personas con discapacidad es que sólo las mujeres se hacen cargo de ellas, ya que la mayoría son madres solteras o abandonadas por sus parejas.
Datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) indican que en México hay 39.7 millones de personas menores de 18 años, de los cuales 1.9 por ciento tiene discapacidad y 4.8 por ciento presenta limitaciones para realizar alguna actividad de la vida cotidiana.
Por ello, expresó su preocupación por impulsar medidas que contribuyan a hacer menos vulnerables los hogares monoparentales en los que se atiende a un niño o adolescente con discapacidad.
Destacó la necesidad de desarrollar mecanismos que apoyen no sólo a la persona directamente afectada, sino a su familia, para crear un ambiente de atención y cuidados que permita al menor insertarse en su comunidad con mayor seguridad.