Comercios, meseros y ambulantes huyen de playa de Acapulco por “cobro de piso”

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El asesinato de un mesero el pasado 3 de febrero en inmediaciones de la playa La Angosta en el puerto de Acapulco, ha provocado un repliegue de comerciantes, negocios de comida y hasta de los vendedores ambulantes de la zona, atemorizados por un nuevo ataque criminal.

Para nadie quedó duda que el homicidio del trabajador fue un mensaje que todos entendieron.

La playa La Angosta está ubicada a unos metros de la Costera, y al pie de la avenida Adolfo López Mateo. Es poco conocida, pero está a la vista de todos, describen periodistas locales

De acuerdo con el Sur de Acapulco, apenas este domingo en la zona se podía ver solo a una veintena de personas, algunos bajo una sombra y otros ocupando las sillas y sombrillas del único negocio de comida que abrió, de los cinco que hay en el lugar.

La presencia de algunos militares no bastó para alejar el miedo de los visitantes y trabajadores. Meseros, cocineros y otros trabajadores regulares, no se presentaron. Tampoco lo hicieron vendedores ambulantes, ni los pescadores cuyas embarcaciones siguen abandonadas.

El día del ataque contra el mesero, que murió poco después de ser trasladado a un hospital, también hubo una agresión contra un hombre en playa papagayo que resultó herido, ahí otra mujer también recibió un impacto de bala en una pierna.

Poco después un hombre fue asesinado en el mirador de Playa Suave, casi frente a las oficinas de la Secretaría de Salud Federal. Fue una tarde violenta.

Este mismo domingo 19 de febrero, playas aledañas a la zona como Tlacopanocha, y Manzanillo, así como el paseo del pescador, lucieron con una mayor concurrencia, y pareciera que nadie quiere pisar playa La Angosta.

De acuerdo con las investigaciones y los propios afectados, los ataques han sido por no pagar extorsiones y el famoso “derecho de piso”.

Pescadores, comerciantes y hasta buzos en Playa La Angosta “han sido asesinados sin que nadie haga nada para detener estos brutales ataques, que hoy golpean no solo el turismo, sino la actividad comercial en la zona y a los propios habitantes.