Entre tumultos, gritos, jalones y hasta caídas, se llevó a cabo su cuarta visita del presidente de México Andrés Manuel López Obrador a Tamaulipas y en esta última ocasión, a un recorrido por la refinería Francisco I. Madero, donde habló muy poco sobre los proyectos que vienen.
A su llegada ya era esperado por personas, algunos para darle la bienvenida a la entidad y otros para solicitarle apoyos en diferentes rubros, desde apoyos económicos, plazas perdidas, resolver injusticias, atención médica, entre otros temas.
Desde su llegada a bordo de la camioneta presidencial blindada, generó un tumulto entre reporteros y ciudadanos que querían entregar sus peticiones por escrito. Mismos que con tal de entregar sus carpetas, jalonearon y empujaron propiciando la caída de algunos trabajadores de comunicación.
Estuvo aproximadamente un hora dentro de la refinería, para después salir nuevamente con rumbo hacia el aeropuerto, donde se registró nuevamente un amontonamiento de personas, muchos de ellos adultos de la tercera edad.
“Cuidado hay niños”, “Van a tirar a la señora”, ” Deténgase, aquí hay discapacitados”, “Ayúdenme, por favor”, “Me robaron la plaza presidente”, “Me caigo”, fueron solo algunos de los gritos que se alcanzaron a escuchar antes de que una mujer cayera tempestivamente junto a la camioneta.
Desafortunadamente una señora salió frustrada y llorando porque no pudo entregar la carpeta con su petición al presidente de la República Mexicana, pues no pudo pasar por el muro de personas que se estaban empujando y lanzó mensajes de enojo porque ahora nadie la podrá ayudar.
“Que malos son, son muy mala gente, no respetan, yo tenía que entregarle estos papeles al presidente, hay gente muy mala, no puede ser”, dijo exaltada mientras en una mano cargaba carpetas y en la otra una matraca en forma de manos, con la que estuvo dando la bienvenida al mandatario.
