Zelenski se reúne con líderes del G7, que urgen a China a “presionar” a Rusia

0
88

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se reunió este sábado con distintos dirigentes mundiales tras su llegada a Hiroshima para la cumbre del G7, cuyos líderes instaron a China a “presionar a Rusia para que cese su agresión” contra Ucrania.

Zelenski llegó a la ciudad japonesa en un avión oficial francés y poco después de aterrizar tuiteó que la paz estará “más cerca” tras esta cumbre, un día después de conseguir que Estados Unidos abra la vía para autorizar la entrega de aviones caza F-16 a Ucrania.

El presidente ucraniano, que intenta ampliar el círculo de apoyo a su país, se reunió desde su llegada a la cumbre con el primer ministro británico Rishi Sunak, el jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, el primer ministro indio Narendra Modi –cuyo país se niega a condenar la agresión rusa en Ucrania, que empezó en febrero de 2022– y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

Su presencia en Hiroshima “puede cambiar el juego” para Kiev, afirmó el presidente francés Emmanuel Macron antes de una reunión entre los dos jefes de Estado.

La cumbre de las siete economías más industrializadas (Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia) es según Macron una “ocasión única” para que Zelenski converse con sus aliados, pero también con los dirigentes de otros países invitados, como India o Brasil.

Por su parte, Modi aseguró que India hará “todo lo posible” para resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Una fuente diplomática afirmó que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, también tenía previsto hablar con Zelenski, tras haber acusado a los occidentales de “alentar la guerra”.

Zelenski también debe reunirse con el presidente estadounidense, Joe Biden, y con el primer ministro japonés, Fumio Kishida.

El viernes, de camino a Japón, el presidente ucraniano hizo escala en Arabia Saudita, para pedir apoyo a su país durante una cumbre de la Liga Árabe.

– Decisión “histórica” –

Washington confirmó el viernes que permitiría que otros países puedan suministrar a Kiev aviones de combate F-16, de fabricación estadounidense. Una decisión “histórica”, celebró Zelenski.

El consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, indicó que Estados Unidos apoyará una iniciativa común de sus aliados para formar a pilotos ucranianos en estos aviones.

Estados Unidos también apoya una iniciativa de sus aliados para formar a pilotos ucranianos. Durante los largos meses de entrenamiento, los occidentales decidirán el calendario de entrega de los aviones, su cantidad y los países que los suministrarán.

Los dirigentes del G7 también instaron el sábado a China, aliado cercano de Moscú que nunca condenó la invasión, a “presionar a Rusia para que cese su agresión” contra Ucrania y “retire inmediatamente, totalmente y sin condiciones sus tropas”.

– Críticas de Moscú y Pekín  –

En Hiroshima, víctima en 1945 del primer bombardeo atómico de la historia, los dirigentes del G7 manifestaron su “oposición” a cualquier “militarización” china en la región Asia-Pacífico, en un comunicado.

También aseguraron que no existe “fundamento jurídico” para las “reivindicaciones marítimas expansivas” de China.

Pero también señalaron querer “relaciones constructivas y estables” con el gigante asiático, subrayando “la importancia de comprometernos con franqueza”.

Además, reiteraron que la “paz y la estabilidad” en el estrecho de Taiwán es “indispensable” para la seguridad mundial.

Esta declaración es el fruto de negociaciones entre países como Estados Unidos, que defiende una posición más firme, y otros del lado europeo que insisten en evitar todo clima de “confrontación”.

El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, acusó a los dirigentes del G7 de querer “contener” a la vez a Rusia y a China, y Pekín manifestó su “fuerte descontento” tras la publicación del comunicado final.

Los países del G7, que persiguen diversificar sus cadenas de abastecimiento para depender menos de otros países como China, alzaron el tono contra cualquier intento de “coacción económica”, en una alusión implícita a Pekín.