- Actualmente existen opciones en tratamiento para el control del mieloma múltiple.
- En México, este tipo de cáncer tiene una incidencia de 2,500 casos nuevos al año.
Así como los estudios e investigaciones en la medicina permitieron que en los últimos 80 años se alcanzara una esperanza de vida mayor en México,(actualmente es de 75 años o más), lo mismo ocurrió con el abordaje de ciertos padecimientos como el mieloma múltiple (MM), en donde hoy existen innovaciones para un mejor control y calidad de vida.
Mieloma múltiple, panorama de la incidencia
El MM, un tipo de cáncer en la sangre que se registra principalmente en personas mayores de 60 años y que comienza cuando las células plasmáticas se multiplican desmedidamente en la médula ósea, está clasificado recientemente como el segundo más frecuente en México y el mundo.
Es así que, en el país, de acuerdo con cifras oficiales, su incidencia es de 2 mil 500 casos nuevos al año, esto es, 1.3 pacientes por cada 100 mil habitantes.
Lo anterior, refleja un panorama en el que el MM se ha convertido en un potencial problema de salud pública debido a que la prevalencia va en aumento. Sin embargo, el escenario para el tratamiento de este padecimiento está cambiando y ahora el avance en los tratamientos está marcando un nuevo enfoque del MM de una enfermedad incurable a una condición crónica manejable.
Evolución en las opciones terapéuticas
El tratamiento del MM depende de cada paciente, del estadio en el que se encuentre la enfermedad y del grado de afectación del organismo.
La ingeniería de las innovaciones terapéuticas logró que la sobrevida de los pacientes con MM aumentara en los últimos años, pasando de un 25% en 1975 a un 34%, pero para llegar a esto, se han aplicado diversas alternativas y desarrollado numerosos estudios clínicos.
El tratamiento del mieloma múltiple en las últimas décadas
Realizando un recuento general de los tipos de tratamiento para el MM, encontramos que la quimioterapia, en la que se incluyen los medicamentos que actúan contra el mieloma por mecanismos que destruyen a las células malignas, sigue vigente a través de diversas fórmulas medicinales.
En los 60´s, por ejemplo, se empezó a utilizar fármacos llamados agentes alquilantes. No obstante, se identificó que, si bien su respuesta combinada con otras sustancias mejoraba los rangos de respuesta contra el MM en hasta un 70%, su uso con algunos antibióticos incrementaba la probabilidad de tener trombosis (coágulos en la sangre) o embolia pulmonar en hasta un 25%. Aunado a esto, algunos efectos secundarios que se podían presentar en dosis acumuladas eran: náuseas, vómitos o incluso insuficiencia renal.
En los 80´s y hasta la actualidad, el trasplante de médula ósea tiene validez para tratar el MM. Este procedimiento, en el que se reemplaza la médula ósea por células sanas, demostró una sobrevida global significativamente mayor de 78% a 18 meses, misma que puede ser variable de acuerdo con cada caso.
Un punto en contra del trasplante de médula ósea es que en pacientes con trasplante por parte de otra persona, existe riesgo de contraer diversas infecciones porque el sistema inmunológico, aquél que protege al cuerpo contra diversos virus y bacterias como puede ser un resfriado, se debilita por ciertos tratamientos que funcionan para mejorar la adaptación del trasplante al cuerpo del paciente.
Cabe destacar que ante una posible baja del sistema inmunológico, los antibióticos y antivirales son de gran soporte para balancear la carga en el organismo de los inmunosupresores.
Una mirada actual al mieloma múltiple
Del 2010 a la fecha, se ha incrementado el empleo de novedosas terapias como los anticuerpos monoclonales, es decir, proteínas como las que cada humano produce con la diferencia de que estas son creadas en laboratorios con el objetivo de atacar a una enfermedad en particular, en este caso el MM.
Hoy por hoy, uno de los anticuerpos monoclonales más avanzados para el manejo del MM refractario (aquél que alcanzó una respuesta en el tratamiento inicial, pero no responde igual tras una recaída) es Isatuximab, innovación terapéutica desarrollada por Sanofi que impide que las células tumorales se reproduzcan y terminan por desintegrarse, logrando bienestar y un promedio de sobrevida de hasta 35.7 meses, en comparación con otros tratamientos.
Para la Dra. Angélica Romo, gerente médico de Hematología de Sanofi, la evolución en el diseño de alternativas terapéuticas para el tratamiento de MM ha sido significativa en las últimas décadas y han permitido mejorar la estabilidad de los pacientes ante esta enfermedad.
“A pesar de que el MM es una enfermedad compleja de tratar, es una buena noticia que las innovaciones terapéuticas están logrando una transición de la enfermedad de incurable a crónico tratable “, concluye la Dra. Angélica Romo.