(Agencia UNAM) Esterilizar y castrar a gatos y perros es una responsabilidad de cada dueño. Someter a este proceso quirúrgico a nuestras mascotas representa un costo mucho menor que la sobrepoblación y el abandono. Además, la mejor prevención de enfermedades es la esterilización temprana, entre los tres y cuatro meses de vida, afirmó Jesús Marín Heredia, jefe del Departamento de Medicina, Cirugía y Zootecnia para Pequeñas Especies de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.
Con esta medida se previenen, ejemplificó, tumores de glándula mamaria y quistes ováricos, así como otras afecciones frecuentes, pero que llegan a presentarse en perras maduras, como infecciones en la matriz (piometra), que tienen una influencia hormonal: progesterona y estrógenos.
Bajo la acción de esas dos hormonas, el útero se predispone para crecer y ser susceptible a contaminación bacteriana, lo que pone en riesgo la vida de los animales.
“Si operamos a nuestra mascota en forma temprana, prácticamente toda su vida se verá libre de esas afecciones. Pero si se hace más tarde o después de los dos años de edad, el riesgo de neoplasias es el mismo que si no se hubiera operado. Aunque siempre es mejor tarde que nunca”.
Sin embargo, precisó el experto, las neoplasias pueden presentarse en vida adulta o, incluso, cuando ya son viejos, por la influencia hormonal que tuvieron de jóvenes.
Con respecto a los machos de esta especie, mencionó que son propensos a padecer problemas de próstata, hiperplasias, metaplasias e incluso tumores, que con la esterilización se reducen significativamente.
Por otra parte, comentó que la esterilización temprana en perros y gatos también disminuye la tendencia a la agresividad, y los canes machos no adquieren el hábito de marcar territorio.
Planteó que es un mito el hecho de considerar que estos animales deban tener al menos una camada para someterlos a ese tipo de cirugía. “Esa es una idea falsa, los animales son perfectamente felices sin camada alguna”.
“Los beneficios son muchos, nada en contra; hay quien dice que la esterilización o castración podría hacer que los animales aumenten de peso. Sin embargo, si se promueve un ambiente enriquecido en ellos –dieta adecuada y ejercicio– tendrán una condición corporal normal”.
En cuanto a las gatas, destacó que si son esterilizadas también estarían exentas, casi por completo, de padecer tumores de matriz y otros padecimientos que se dan en esta especie, además de volverse más dóciles y hogareñas.
Cuidados posoperatorios
Las técnicas quirúrgicas han evolucionado, las incisiones para una cirugía mayor en hembras y machos más sencillas y se realizan en un tiempo mínimo. “El proceso es rápido y deja una herida pequeña que cicatriza en unos cuantos días sin mayor problema. En una semana están completamente recuperados”.
Los cuidados postoperatorios que requieren son sencillos: que no se laman la herida y brindarles antibióticos para controlar una posible infección.
Existen datos estadísticos que indica que una gata no esterilizada y su descendencia (hembras), en un lapso de cinco años podrían generar una población de 20 mil gatitos, por los ciclos estrales (reproductivos) continuos. Mientras que en ese mismo lapso, un perro hembra, alrededor de 400.