A través de su cuenta de redes sociales, Lilly Téllez, candidata al Senado por el Partido Acción Nacional (PAN), generó controversia al difundir la fotografía y el número telefónico de la oficina de Arturo Castillo Loza, consejero del Instituto Nacional Electoral (INE). Téllez acusó a Castillo de ser el responsable de prohibirle participar en su espacio semanal en el programa de radio de Ciro Gómez Leyva.
La candidata señaló a Castillo por haberla “condenado” sin pruebas por una denuncia presentada ante la Comisión de Quejas y Denuncias sobre la supuesta “adquisición de tiempo en radio”. En su mensaje, Téllez manifestó su descontento y lo calificó de “cobarde” y “servil”, además de “servir” al diputado Fernández Noroña y al gobernador de Sonora, Durazo Durazo.
Téllez decidió compartir el número telefónico de la oficina del consejero, aparentemente con la intención de que sus seguidores expresaran su inconformidad, sin embargo, su publicación provocó una reacción inmediata: algunos usuarios expresaron su apoyo a la candidata, mientras que otros criticaron la acción por considerarla una invasión a la privacidad y un intento de generar hostigamiento hacia el consejero del INE.
En medio de la polémica, algunos internautas recordaron incidentes previos de filtración de números telefónicos de figuras políticas, lo que avivó el debate sobre los límites éticos en el uso de las redes sociales por parte de los representantes públicos. Mientras tanto, la discusión en línea continúa, alimentada por opiniones encontradas sobre la actuación de Lilly Téllez y las implicaciones de su acción en el ámbito político y social.