La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una alerta global por una nueva cepa más mortal de la viruela del mono, ahora conocida como mpox. En el último mes, se han reportado casos en 26 países, con especial preocupación por el brote en la República Democrática del Congo, donde la situación es alarmante.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, informó que el mpox sigue siendo una amenaza para la salud mundial. En Sudáfrica, se han registrado recientemente 20 casos, tres de ellos mortales. Estos son los primeros casos en el país desde 2022, y la ausencia de viajes al extranjero entre los pacientes sugiere que la transmisión comunitaria está en marcha y los casos confirmados solo representan una fracción del total.
Desde septiembre, una nueva cepa más letal del virus, conocida como clado Ib, se ha estado propagando en la República Democrática del Congo. Hasta ahora, se han registrado 11,000 casos, con 445 muertes, siendo los niños los más afectados. La epidemia no muestra signos de desaceleración, lo que aumenta la preocupación de la OMS y de la comunidad internacional.
El mpox se caracteriza por erupciones cutáneas que pueden aparecer en los órganos genitales o en la boca, fiebre, dolor en la garganta y en los ganglios linfáticos. La transmisión se da a través del contacto estrecho con personas o animales contagiados, así como por objetos contaminados como prendas de vestir o ropa de cama.
A pesar de que la OMS declaró el fin del estado de alerta en mayo de 2023, sigue recomendando vigilancia activa debido a los nuevos brotes y la aparición de cepas más virulentas. El aumento de casos y la gravedad de la nueva cepa en la República Democrática del Congo resaltan la necesidad de una respuesta rápida y coordinada para contener la propagación del virus.
Desde mayo de 2022, los brotes de mpox han sido reportados en todo el mundo, fuera de los países africanos donde la enfermedad es endémica. La situación actual subraya la importancia de la cooperación internacional en la vigilancia y el control de enfermedades infecciosas para prevenir pandemias y proteger la salud global.
