PASS Transforma la Salud de Adultos Mayores: Mejora en Hipertensión y Reducción de Medicamentos

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A base de una disciplina de ejercicios y una dieta saludable sin consumir embutidos, grasas y bebidas azucaradas llevada a cabo por dos años, la señora Rosa María Pérez Huerta de 61 años de edad, con problemas de hipertensión, logró dejar de tomar los medicamentos prescritos para controlar al tensión arterial alta, que la mantuvo en el factor de riesgo cardiovascular por varios años.

Después de tener malos habitos en su alimentación diaria, una apatía rutinaria donde imperaba la inercia para realizar sus labores cotidianas; dolores de cabeza continuo, sueño constante, pesadez y presión arterial alta, la señora Rosa María, con esfuerzo y dedicación, logró prescindir del medicamento y ahora vive de una manera más saludable.

Indicó que al acudir a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 79, en Tlalnepantla y someterse al tratamiento clínico mediante el Programa de Atención Social a la Salud (PASS), el médico además de prescribirle los fármacos correspondientes para controlar la hipertensión, le recomendó la actividad física y el Plato del Bien Comer, que es una guía de alimentación saludable.

Comentó que a partir de esas recomendaciones y con el tiempo, logró dejar de tomar medicamentos. “mis problemas desaparecieron y no he dejado de ejercitarme. Sigo al pie de la letra con el Plato del Bien Comer, voy a chequeo con mi médico familiar cada mes, tengo pláticas con mi dietista y mi psicóloga y me he sentido muy bien”.

Afirmó que hace ejercicio de cardio, colchoneta, juego de pelota, gimnasia rítmica y elástica en el Centro de Seguridad Social Tejavanes, donde ha encontrado personas de su edad y hasta de mayor edad, optimistas con las rutinas que establecen los profesores de educación física.

“Me da alegría y lloro de emoción saber cómo estoy actualmente, porque nunca pensé que mi hipertensión se iba a controlar, pero veo que sí hay resultados gracias al ejercicio constante, el plato saludable, los consejos de la dietista y la psicóloga y el chequeo con mi médico familiar, que me felicita por mi cambio”, expresó.

En esta experiencia positiva participa su esposo, “quien afortundamente no tiene ningún mal, pero está aquí conmigo haciendo ejercicio; mis dos hijos me apoyan. Nuestra vida como familia ha cambiado mucho en la forma de pensar, en la forma de comer, deje a un lado los refrescos, las frituras, las pastas, los embutidos y mi presión arterial se ha estabilizado”.

La señora Pérez Huerta hace una invitación a las personas con problemas de hipertensión o diabetes a que acudan a su Unidad de Medicina Familiar, donde los orientarán en cuanto a su problema de salud y les ayudaran para obtener una buena alimentación.

También recomendó acudir a los Centros de Seguridad Social (CSS) del IMSS, donde encontrarán un ambiente familiar, de compañerismo y  profesores competentes y profesionales que les cambiaran la vida a base de ejercicios y rutinas.