La Presidenta del Comité de Asuntos Internacionales, de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Elizabeth Mateos Hernández, se une a la conmemoración internacional que tuvo fuerte origen en Europa y afirmó que esta conmemoración es muy importante para los mexicanos, por las siguientes razones principales, la discriminación, la cultura existente en la que el hombre es superior a la mujer, lo que ha determinado por muchas décadas que el barón se posicione mejor que la mujer en todos los temas y espacios de la actividad humana; el bajísimo salario en México; y todo ello redunda para que el dinero que gana la mujer sea menor al mínimo.
Son aspectos que tienen que cambiar, rápidamente, el status cultural, pues la mujer tiene que trabajar para poder aportar dinero para la familia de la que nació o bien, aportar para la familia que formó con su pareja. Si le va bien a la mujer, irá mejor al hombre y a la familia, a la sociedad y al país.
La Diputada Mateos, fundamente la igualdad salarial como un concepto, según el cual los individuos que realizan trabajos similares deben recibir la misma remuneración, sin importar el sexo, raza, orientación sexual, nacionalidad, religión o cualquier otra categoría. Recuerda que la discriminación crea una red de pobreza, trabajo forzado y de exclusión social.
Ilustró que la igualdad salarial entre el hombre y la mujer parte del principio de igualdad ante la ley, establecida en el Artículo 7, del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; y a nivel nacional, el Artículo 4º que mandata que “El varón y la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá la organización y el desarrollo de la familia”; en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, en su Artículo 123, que dice que “Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación de empleos y la organización social de trabajo, conforme a la ley”; en su Párrafo VII, que señala que “Para trabajo igual debe corresponder salario igual, sin tener en cuenta sexo ni nacionalidad”; y en su Párrafo VIII, que señala que “El salario mínimo quedará exceptuado de embargo, compensación o descuento”, fundamentalmente, por lo exige al Gobierno, a autoridades, sindicatos, actores política, autoridades y empresarios, a cumplir con la ley, y a trabajadores hombres y mujeres, a defender sus derechos laborales, salariales, económicos, culturales, y humanos.
Asegura que aún falta mucho por mejorar y que afortunadamente, están cambiando las cosas en la Ciudad de México, debemos reconocer y aplaudir lo que se ha hecho en favor de las mujeres, hemos aprendido a abrir espacios para los dos géneros en igualdad de condiciones y oportunidades como en el ámbito político, donde ya es realidad en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, en su VII Legislatura, se asignen 33 diputaciones para hombres y 33 diputaciones para mujeres, y que se ha sentado el precedente positivo en el futuro Congreso de la Ciudad de México y para que se replique en los 32 Congresos Locales de la Federación y que pronto lo sea en el Senado de la República y en la Cámara de Diputados. Abundó que lo mismo sucede en la asignación de puestos de elección popular, por el Partido que la impulsó como legisladora por la CDMX.
Finalmente pidió al Gobierno Federal, empresarios del país, del TLCAN (México, Canadá y EUA), y del mundo entero que tienen actividades en México y en sus países, y que contratan a mexicanos y mexicanas y hombres y mujeres de otras nacionalidades, a realizar su aportación, y que se beneficie con igualdad salarial a los dos géneros, les instó a realizar, esfuerzos, acciones y reformas conducentes para proteger a las mujeres en la equidad de la percepción salarial, y que reciban íntegramente su salario, se respeten total e íntegramente sus derechos económicos y laborales, aguinaldo, prima vacacional, ayudas a despensa, transporte, salud, vivienda, educación, y libertad de reunión para impulsar sus propias mejoras y oportunidades laborales.