Los alimentos marinos tienen bajo impacto ambiental, alto valor nutricional y pueden ser aliados estratégicos frente a la sobrepesca y el cambio climático, aseguró el director del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM, Píndaro Díaz Jaimes, al inaugurar el foro “Horizontes azules. Ciencia encaminada hacia la agenda alimentaria”.
“Al ser cultivados, los peces y mariscos contribuyen a evitar el impacto de la sobrepesca en especies sobreexplotadas. Además, su producción genera menos emisiones y utiliza menos tierra y agua que la ganadería”, señaló Díaz Jaimes desde el auditorio Agustín Ayala Castañares del ICMyL.
El foro, organizado por el ICMyL y Environmental Defense Fund México (EDF), reunió a especialistas, representantes del gobierno y académicos para reflexionar sobre el papel de los alimentos azules —peces, mariscos, moluscos y crustáceos— en la seguridad alimentaria nacional.
Durante el encuentro, Víctor Manuel Vidal Martínez, director del Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentables (IMIPAS), explicó que la acuacultura será uno de los motores principales para producir proteína animal en las próximas décadas.
Detalló que en México, el 83% de los alimentos marinos proviene de la captura directa y solo el 17% de acuacultura. “Tenemos mil 725 embarcaciones mayores y más de 76 mil menores, lo que refleja la importancia de la pesca artesanal en nuestro país”, añadió.
Sin embargo, advirtió que la producción nacional está concentrada en Baja California y Yucatán, mientras que estados como Colima, Guerrero, Oaxaca y Chiapas están prácticamente ausentes del mapa pesquero.
En ese sentido, Juan Manuel Calderón Alvarado, director de Políticas Públicas de EDF México, subrayó que más del 65% de los productos del mar en México se exportan, principalmente a Estados Unidos, mientras que el 40% de la población nacional sufre algún grado de inseguridad alimentaria.
“Tenemos una gran oportunidad con nuestros recursos marinos para mejorar el bienestar social en las zonas costeras”, enfatizó.
A su vez, Verónica Lango Reynoso, de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca, destacó la necesidad de integrar ciencia, políticas públicas y sociedad para enfrentar los retos del cambio climático y garantizar alimentos nutritivos.
Margarita Caso Chávez, de la Semarnat, afirmó que el gobierno federal apuesta por convertir los océanos y costas en ejes de desarrollo, mediante la construcción de una ley de costas, la protección de ecosistemas marinos y una campaña nacional de limpieza de playas.
Mauricio Márquez Corona, vicepresidente del INEGI, remarcó la importancia de generar estadísticas ambientales para visibilizar el valor económico, social y ecológico de los océanos en el diseño de políticas públicas.
Finalmente, Jon Erlingur Jonasson, de la Coalición Internacional de Alimentos Azules, envió un mensaje en el que subrayó la urgencia de garantizar océanos saludables como condición indispensable para enfrentar el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.