Urge reforzar medidas sanitarias para evitar un posible brote de sarampión

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Ante los recientes casos de sarampión detectados por la Secretaría de Salud, la Comisión del ramo en la Cámara de Diputados analiza un punto de acuerdo para exhortar a dicha dependencia a implementar y reforzar las medidas de seguridad sanitarias, tendentes a evitar un posible brote de la enfermedad en el país.

En el documento, la proponente, diputada María Victoria Mercado Sánchez (MC), señala que para garantizar la inmunidad y prevenir posibles brotes, se recomiendan dos dosis de la vacuna, debido a que aproximadamente 15 por ciento de los niños no adquieren inmunidad con la primera dosis.

Ante eso, afirma, es vital establecer medidas sanitarias tendentes a la observación del virus, así como reforzar las campañas de vacunación y exhortar a la población a llevar a los bebés y niños, con el propósito de evitar contagios y complicaciones a futuro.

Precisa que la Secretaría de Salud identificó recientemente tres casos de sarampión en la Ciudad de México y uno más en Baja California. Sin embargo, entre 1997 y 2017, se registraron un total de 176 casos de sarampión, todos clasificados como importados o asociados al exterior.

En el mundo esta enfermedad sigue siendo una de las principales causas de muerte en niños pequeños, a pesar de que existe una vacuna segura y eficaz. Se calcula que en 2016 murieron 89 mil 780 personas por esta causa, la mayoría de ellas menores de 5 años.

Menciona que intensificar las actividades de vacunación ha influido de forma decisiva en la reducción de las muertes por sarampión; explica que ello se reflejó entre 2000 y 2016, cuando se evitaron 20.4 millones de decesos. A nivel mundial, las defunciones por sarampión han descendido 84 por ciento, pasando de 550 mil 100 en 2000 a 89 mil 780 en 2016.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) las posibles manifestaciones clínicas son: fiebre alta, que comienza 10 a 12 días después de la exposición al virus y dura entre 4 y 7 días. En la fase inicial, el paciente puede presentar rinorrea, tos, ojos llorosos y rojos, y pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas.

Al cabo de varios días aparece un exantema, generalmente en el rostro y la parte superior del cuello, que se extiende por 3 días, acabando por afectar manos y pies, con duración de 5 a 6 días, el cual se desvanece al paso del tiempo. El intervalo entre la exposición al virus y la aparición de la erupción en la piel oscila entre 7 y 18 días.

La mayoría de las muertes se deben a complicaciones del sarampión, que son más frecuentes en menores de 5 años y adultos de más de 30 años. Las más graves son ceguera, encefalitis (infección acompañada de edema cerebral), diarrea grave, infecciones del oído y respiratorias graves, como la neumonía.

Los casos peligrosos son especialmente frecuentes en niños. En poblaciones con altos niveles de malnutrición, en particular aquellas con deficiencia de vitamina A y que no reciben una atención sanitaria adecuada, el sarampión puede llegar a matar de 3 a 6 por ciento de los casos.

Entre las personas desplazadas, la cifra de víctimas puede alcanzar 30 por ciento. La infección también puede provocar graves problemas de salud en las mujeres embarazadas e, incluso, ser causa de aborto o parto prematuro.

Por ello, precisa la diputada, la vacunación sistemática contra el sarampión, combinada con campañas de inmunización masiva en países con elevada incidencia y mortalidad son importantes estrategias de salud pública, fundamentales para reducir la mortalidad en niños.

De acuerdo con la OMS, la vacuna contra el sarampión ha sido utilizada desde hace más de 50 años, es segura, eficaz y barata. Tan sólo en 2016, aproximadamente 85 por ciento de la población infantil mundial recibió a través de los servicios de salud habituales una dosis de vacuna contra el sarampión antes de cumplir un año de vida. En el 2000, ese porcentaje fue de 72 por ciento.