NeoArctic, el arte como llamado urgente ante el colapso climático

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Entre luces, cánticos y una atmósfera distópica, NeoArctic, la impactante puesta en escena de la compañía danesa Hotel Pro Forma, se presentó en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque como parte del Circuito Cervantino 2025. La obra, que combina performance y ópera, invita a reflexionar sobre el Antropoceno: la era en que la huella humana define el destino del planeta.
Conformada por doce canciones que evocan los procesos vitales y destructivos de la Tierra —desde la respiración y el polvo hasta el plástico y la turbulencia—, NeoArctic convierte el escenario en un viaje sensorial a través de video mapping, coros polifónicos y una iluminación que construye un universo entre lo postapocalíptico y lo ancestral.
Acompañada por el Coro de Radio de Letonia, la producción del Hotel Pro Forma —fundada hace más de cuatro décadas y reconocida por su rigor estético e investigación conceptual— busca provocar una transformación en el espectador. Su directora, Marie Dahl, destacó que la pieza nació del Anthropocene Project de la Casa de las Culturas del Mundo en Berlín, y que su intención es “cambiar el mundo a través del arte”.
En México, señaló Dahl, la presentación adquiere un sentido más profundo debido a las consecuencias reales del cambio climático: “Confío en que después de ver esta obra, el público pueda salir con un entendimiento intelectual, emocional y sensorial”.
La belleza visual de NeoArctic no es un simple adorno, sino un recurso para devolver esperanza en medio de la crisis planetaria. En su paso por la Ciudad de México, la obra recordó que la estética también puede ser un acto de resistencia frente al deterioro ambiental.