Corriendo, algunos con sonrisas y otros apenas con ganas de caminar, miles de niños y niñas volvieron a las aulas de clases en esta ciudad, luego de dos semanas de asueto por el período vacacional de Semana Santa.
Padres de familia corren junto con sus hijos, unos muy precavidos decidieron salir antes de casa, porque el tránsito, dijeron, estaría terrible.
A la pequeña Ana Paula, de 11 años de edad, que estudia en la Escuela Primaria Amado Nervo, en la colonia Roma Norte, le hubiera gustado que las vacaciones fueran más largas, pero dice estar contenta de volver a ver a sus amigos y poder jugar de nuevo con ellos.
Para su mamá, Erika, inicia de nuevo el “viacrucis”, ya qué hay que volver a correr, a levantarse muy temprano, levantar a los hijos, preparar desayunos, aguantar el tráfico de todos los días, y regresar al estrés.
“Pero bien, contentos, ya por fin se van a la escuela, y para nosotros es un poco de descanso, nosotros como papás”, señala tras despedir en la entrada de la escuela a su hija.
Un “pórtate bien” se escucha de varios padres, manos se agitan en señal de despedida, besos en la mejilla, algunas mamás dan el último toque al arreglo de sus pequeños, y otras les advierten que ya es hora de estudiar, pero todos sonríen.
Erika nos cuenta que el tránsito se pondrá peor mañana martes, ya que algunos niños y papás deciden hacer “San Lunes”, y buscan alargar un día más esas tan añoradas vacaciones.
Otra cosa que sin duda aún afecta a las familias y, sobre todo a los niños, es el cambio de horario, si bien ya llevamos una semana con el “horario de verano”, muchos no se logran adaptar del todo.
La mamá de Ana Paula platica que el horario si afecta mucho, “porque llegaba a la escuela y ya estaba claro, y ahora otra vez oscuro, y la niña no se quiere dormir temprano, lo cual implica apresurarla para todo”.
Para Claudia, mamá de Joselyn que estudia en un colegio al norte de la Ciudad de México, señala que no son nada fácil estos días, “a retomar todo, volver a agarrar el ritmo no es fácil, pero bueno, debemos hacer lo necesario por nuestros pequeños”.
De ahí, a la guardería a dejar a su otro pequeño, y luego al trabajo, ya qué hay que continuar con la jornada laboral para apoyar en la economía de la familia, plática.
Para doña Carmen, que vende desayunos afuera de dicha escuela, este es un buen día: “A muchos se les hace tarde y olvidan llevarles que el sándwich, el jugo, la manzana, una leche de chocolate, o una golosina, que a los niños se les antoja mucho. Nosotros les hacemos ese trabajo a los papás”.
Lo que prevalece entre pequeños grupos de padres que se saludan tras dejar a sus hijos es un “al fin”, y una cara de alivio de que sus hijos volverán a estar ocupados por al menos unas horas al día.
De acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP), este lunes más de 25 millones 608 mil estudiantes y más de un millón 211 mil maestros de educación básica regresaron a las aulas de todo el país.