Mujeres corren mayor riesgo de ser reclutadas el Crimen Organizado en la frontera norte

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De la ola de deportados mexicanos que se prevé desde Estados Unidos, los menores de edad corren el riesgo de incursionar en actividades delictivas para generar ingresos. En muchos municipios de México, grupos del narcotráfico los reclutan para ingresarlos a sus filas, dice Alejandro Desfassiaux, autor de Cómo poner un alto a la inseguridad en México.

“Por lo general, empiezan como halcones o vigilantes y van subiendo puestos en la jerarquía criminal”, comenta el también Presidente fundador del Consejo Nacional de Seguridad Privada.

En un estudio que la Universidad de Stanford realizó en México señala que de 1,387 estudiantes de secundaria, a 12% se les ofreció trabajo en el narcotráfico, aunque “lo mismo está ocurriendo en todo el país”, comenta Desfassiaux.

El experto en seguridad dice que paralelamente a las oportunidades de empleo en las industrias maquiladora y de call centers en Baja California, ascienden los crímenes contra mujeres menores de edad. La franja fronteriza se convierte entonces en cielo e infierno: hay trabajo, pero también muchos riesgos.

Aunque en Tijuana, por ejemplo, hay un déficit de mano de obra de más de cincuenta mil personas, “simultáneamente en la entidad donde se ubica existe un promedio mensual de 359.16 casos de lesiones contra mujeres menores de edad”, refiere el autor del bestseller de seguridad.

En las ciudades fronterizas del norte, el fenómeno de las deportaciones se percibe desde el 2003 cuando Arnold Schwarzenegger fue Gobernador de California. Ahora las actuales condiciones migratorias en Estados Unidos generan nuevas oportunidades tanto para las empresas contratantes en México como para los connacionales obligados a regresar al país. “Pero en la franja fronteriza existe riesgo para las menores de edad ya que cada mes hay un promedio de 8.83 casos denunciados de corrupción donde ellas son las víctimas”, comenta el autor del best seller de seguridad.

Asimismo, Desfassiaux menciona que la industria maquiladora creció mucho en el área del Bajío y aquellos que antes viajaban de esa región para obtener un empleo en las ciudades fronterizas, ya dejaron de desplazarse. “Entonces varias empresas van a buscar personal a Sonora, Sinaloa y hasta Oaxaca, ante la escasez de mano de obra”, menciona Desfassiaux que recomienda aumentar las medidas de seguridad en el norte para generar un boom industrial regional.

Si bien las maquiladoras y las empresas de servicios absorben a la población de haitianos que  llega a Tijuana y Mexicali desde mayo de 2016, aún hay déficit de mano de obra en otros sectores, como es el caso de los call centers, refiere Desfassiaux.

La industria del call center tiene un déficit de cinco mil empleados en Tijuana, por lo que está ávida de connacionales bilingües, cuya integración al mercado laboral es más fácil al manejar estándares de calidad más elevados. Pero no sólo las empresas tienen los ojos en deportados…también el crimen organizado que trata de reclutar a connacionales y ampliar con ellos su mercado, advierte Desfassiaux.

Un empleado de call center gana en promedio 10 mil pesos mensuales, además de que cuenta con sistemas de bonificación por metas, transporte y flexibilidad laboral, por lo que se posiciona como una fuente de empleo importante para los compatriotas que buscan una segunda oportunidad en México según los expertos en Recursos Humanos, menciona el autor de Cómo poner un alto a la inseguridad en México.

 “Sin embargo, las convocatorias del crimen organizado e inseguridad para mujeres menores de edad es un problema que no debe soslayase”, finalizó Desfassiaux, al confirmar que las lesiones contra mujeres menores de 18 años en Baja California solamente es de 429.66 casos cada mes en promedio.